Especialista en salud femenina explica cómo los cambios hormonales en la menopausia influyen en el deseo y el placer sexual, y cuáles son los tratamientos disponibles para mejorar la calidad de vida.

Según The Menopause Society, más de la mitad de las mujeres reconoce que su vida sexual cambia significativamente al llegar a la menopausia. A nivel global, hasta un 60% experimenta dolor o sequedad vaginal y cerca del 40% reduce o suspende sus relaciones sexuales por vergüenza, incomodidad o simplemente por falta de información.

Por otro lado, la Sociedad Chilena de Climaterio estima que el 80% de las mujeres entre 45 y 64 años experimenta dolor, incomodidad y disminución del deseo sexual, justo en una etapa en la que muchas comienzan a redescubrirse. Además, de acuerdo con la primera encuesta nacional sobre placer sexual en Chile, solo el 14% de las mujeres entre 40 y 59 años tiene encuentros realmente placenteros con frecuencia. Además, el 60% finge un orgasmo y apenas el 55% logra alcanzarlo.

Menopausia: claves para mantener una vida sexual plena y saludable

Durante el nuevo episodio de "Mi Segundo Tiempo", la conductora Angélica Castro conversó con el doctor Marcelo Bianchi, ginecólogo especialista en salud femenina y climaterio. El especialista abordó los cambios hormonales que vive la mujer, después de los 50 años, en la menopausia. En ese aspecto, señaló que baja el estrógeno, una de las hormonas del sexo femenino que "no solo ayuda a mantener el deseo y la sexualidad, sino que también conserva la calidad de todo el aparato urogenital. Sin la presencia de estas hormonas se produce dolor, sequedad vaginal, irritación e infecciones urinarias. Es decir, el estrógeno es fundamental para mantener no solo el deseo sexual, sino también la calidad de los tejidos", explicó Bianchi.

"Ahora bien, hay una segunda hormona que es la testosterona, conocida como la hormona masculina, pero que la mujer también tiene, aunque en una proporción cercana al 10% en relación con los hombres. Estos andrógenos provienen en una mitad de la glándula suprarrenal y la otra mitad de los ovarios. Durante la menopausia, los ovarios dejan de producir estrógenos, pero continúan produciendo andrógenos. Estos se relacionan principalmente con el bienestar general, la sensación de sentirse bien y la facilidad para alcanzar el orgasmo. Sin embargo, aunque no desaparecen en la menopausia, también disminuyen progresivamente con la edad, por lo que es importante abordarlo de manera oportuna", añadió.   

Si bien hay riesgo de la falta de pérdida de deseo, muchas mujeres viven una mejor sexualidad en la menopausia. El doctor Bianchi lo traduce a que tras "la desaparición del riesgo de embarazo suele traducirse en mayor satisfacción, incluso superior a la de mujeres más jóvenes. Además, el uso de anticonceptivos puede disminuir la libido, por lo que algunas mujeres refieren una mejor vida sexual a los 50 que a los 40 años".

En este sentido, "la sexualidad en esta etapa se vuelve más emocional y significativa, donde la empatía, la compañía y la comprensión de la pareja juegan un rol central. En cuanto a tratamientos, existen múltiples alternativas para mantener una buena calidad vaginal, como estrógenos, lubricantes e hidratantes vaginales no hormonales. En mujeres en menopausia y sexualmente activas, suele recomendarse terapia de reemplazo hormonal, ya sea sistémica o local. Mantener una buena salud sexual forma parte esencial de un envejecimiento saludable", recomendó el ginecólogo. 

Además, con el paso del tiempo puede ocurrir incontinencia urinaria, que corresponde a escapes involuntarios de orina, lo cual no debe ser normal en la vida de una mujer. De acuerdo con el doctor Bianchi, este problema tiene corrección con "tratamientos de quinesioterapia realizados por profesionales especializados en piso pélvico, así como procedimientos quirúrgicos, conocidos como plastias vaginales, que permiten volver a ascender la vejiga y reposicionar el recto", dijo y agregó que se suma el uso del láser vaginal.

Finalmente, el médico planteó que es importante tener una concordancia entre el deseo y placer sexual, por lo que recomendó a las mujeres, al autocuidado, a tener una sexualidad satisfactoria, sea de forma individual o en pareja, ya que eso contribuye a un mejor envejecimiento.