Teresa Undurraga: conoce a la empresaria la mente detrás de Destilados Quintal y la Factoría Franklin
François Pouzet visitó la Factoría Franklin para conocer a Teresa Undurraga, fundadora de Destilados Quintal y del Emporio La Rosa. En este espacio de producción colaborativa, la empresaria chilena impulsa un modelo único que mezcla destilación artesanal, botánica y liderazgo femenino.
François Pouzet, reconocido influencer, llegó hasta el corazón del Barrio Franklin para conocer de cerca la historia de Teresa Undurraga, destacada empresaria chilena y fundadora de Destilados Quintal, el espacio de coproducción ubicado en la Factoría Franklin, y también del icónico Emporio La Rosa.
En un nuevo episodio de La aventura de emprender, Teresa compartió sus inicios en el mundo del emprendimiento. Su primer gran proyecto fue junto a su hermano y su tío: la creación de la heladería Emporio La Rosa, un referente nacional. “En el Emporio La Rosa el logo era un dibujo de mi abuela”, recordó con emoción.
Sobre esa experiencia, Undurraga señaló que "lo más mágico que me pasó en el Emporio de la Rosa fue descubrir que atreviéndome a explorar un oficio como la heladería, iba a descubrir no solo cómo hacer helado, sino que iba a descubrir en mí misma, como dicen los gringos, es si utilizo decirlo en inglés, pero un gift".
"La gran cosa de los helados del Emporio La Rosa, fuera de que estaban bien hechos y eran cremosos, etcétera, era la combinación entre las hierbas, los botánicos y los helados. Entonces, eso me llevó a conocerme mucho a mí misma y me hizo descubrir cosas que yo no sabía que tenía. Y me llevó también a profundizar mi aprendizaje en esas áreas", reveló la empresaria.
Del Emporio La Rosa a Destilados Quintal: el viaje emprendedor de Teresa Undurraga que inspira en Barrio Franklin
Con el paso del tiempo, Teresa Undurraga decidió explorar un nuevo camino profesional de forma independiente: el mundo de las bebidas alcohólicas después de haber estudiado botánica. Así nació Destilados Quintal, una marca que hoy destaca por su enfoque artesanal.
Pero más allá de la bebida, uno de los hitos del proyecto fue conseguir un espacio que permitiera producir de forma colaborativa. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de instalarse en la Factoría Franklin, edificio que antiguamente albergaba a Sanitas Chile, un laboratorio farmacéutico. “Ellos se trasladaron al norte-sur, y este edificio quedó desocupado. Lo tomó el gran y grandioso Don Carlos Montrone. Cuando supe que este edificio era de él, lo llamé por teléfono, tuvimos una reunión, le conté el proyecto”, relató Undurraga.
"El proyecto era que esto funcionara como un co-factory, como existen los co-work, que en el fondo uno comparte secretaria, recepcionista y espacios comunes. Este era el sueño, que nosotros pudiéramos subdividirlo en distintas plantas de productos gastronómicos de alta gama o de productos asociados a oficio", comentó la empresaria y agregó que en la factoría cohabitan muchas fábricas que trabajan diferentes productos como "denim, cervezas artesanales, chocolate, zapatos, charcutería, quesos. Esto es un modelo nuevo, no existen muchas partes, o sea, en realidad no existe en ninguna parte y es importante que nosotros podamos consolidarlo de tal manera que se expanda y que se replique en muchas factorías en distintas partes de Chile", agregó.
Con determinación y una visión clara, Teresa Undurraga convirtió un edificio abandonado en la Factoría Franklin, una innovadora planta de producción colaborativa donde hoy conviven marcas gourmet y oficios artesanales. Su historia es un ejemplo de reinvención, liderazgo femenino y emprendimiento con propósito.
En Destilados Quintal, Teresa aplica un enfoque técnico y consciente a la producción de gin. El proceso parte con la maceración de botánicos durante 24 a 48 horas, dependiendo de si están frescos o secos, ya que su nivel de hidratación influye en la proporción de agua y alcohol necesaria para extraer sus propiedades aromáticas y medicinales.
Además, el uso de alambiques con calentamiento indirecto —sin fuego directo— evita que los botánicos se quemen, asegurando la pureza del destilado. Esto mejora la calidad organoléptica del alcohol y permite alcanzar una graduación más alta, sin alterar los sabores.
A pesar de su ambiciosa proyección inicial, Teresa Undurraga entendió que la producción artesanal tiene sus tiempos y límites. Así nació una nueva línea de negocio: la maquila. En la planta no solo se elaboran los productos de la marca Quintal, sino también licores de otras marcas como Litmus, con quienes co-crean y estabilizan recetas. Esta colaboración ha permitido profesionalizar el oficio, compartir conocimientos y generar impacto desde lo local hacia lo global.

