Conoce el local que lleva la experiencia texana a la chilena con carnes ahumadas.

François Pouzet llegó hasta el kilómetro 45 de la Ruta 68 en la Caletera Norte. En pleno Curacaví, conoció el exitoso negocio de carnes ahumadas llamado CuracaRibs y a su fundador.

En un nuevo capítulo del programa de 13C, "La aventura de emprender", el conductor del espacio e ingeniero comercial François Pouzet conversó con Juan Olea, chef experto, ahumador y creador de CuracaRibs, un restaurante que se especializa en preparar carnes ahumadas al estilo texano, cocinadas a fuego lento y a baja temperatura.

Pero no solo utilizan la técnica estadounidense “low and slow”; también aplican un sello propio al ahumar distintos tipos de cortes y carnes seleccionadas, usando maderas como roble, nogal y almendro para potenciar los sabores.

CuracaRibs: Este es el restaurante que revoluciona la Ruta 68 con carnes ahumadas

Juan Olea llevó a Pouzet a recorrer su tienda principal, que funciona en modalidad de autoservicio, restaurante con carta especial donde puedes comer en interiores o en pleno aire libre. "En este lugar se concentra todo lo que hacemos desde el ahumador hasta la mesa y la experiencia", dijo a 13C.

A su vez, contó la historia de cómo consiguió ubicarse con tienda física en plena Ruta 68. Sobre el local, Juan Olea señaló que el recinto "existía desde el año 70 este era un restaurante de carretera que se llamaba Antumapu y cerró para la pandemia. Nosotros lo arrendamos, le dimos un nuevo aire, restauramos el edificio original y lo convertimos en lo que es hoy CuracaRibs". 

En CuracaRibs puedes encontrar carnes ahumadas listas para calentar y servir. Mientras los clientes hacen fila, pueden observar los ahumadores en acción y disfrutar de una decoración que recuerda a los mejores locales norteamericanos.

Incluso, si quieres comer en el lugar, puedes pedir platos como "brisket", costillares, pechugas de pavo ahumadas, "pulled pork", longanizas artesanales, hamburguesas ¡y más! Todo eso también lo puedes realizar si quieres comer dentro de la gran tienda o vivir una experiencia texana con sabor chileno: comer al aire libre en la terraza, con una vista privilegiada a los hermosos campos de Curacaví.