Las festividades Aymaras reflejan la riqueza espiritual, agrícola y comunitaria de este pueblo originario. Conoce más en el nuevo episodio de "Huellas y memorias".

Las festividades del pueblo Aymara son mucho más que celebraciones: son rituales profundamente enraizados en la cosmovisión, el respeto a la naturaleza, el vínculo con los ancestros y la solidaridad comunitaria. Conoce más de ellas en un nuevo episodio de la serie documental "Huellas y memorias".

En este nuevo capítulo, la serie documental nos sumerge en las diversas festividades del pueblo aymara, cada una impregnada de una cosmovisión ancestral que se mantiene viva hasta hoy. 

En estas celebraciones, los mayordomos —figuras clave dentro de la organización religiosa y social— desempeñan un rol fundamental: son ellos quienes guían y resguardan el sentido profundo de cada acto colectivo, preservando el equilibrio entre lo espiritual, lo comunitario y lo ritual.

Conoce las celebraciones del pueblo Aymara en "Huellas y memorias"

1. "Pachallampe" y la siembra de la papa

Celebrada en agosto, el "Pachallampe" es una ceremonia ancestral profundamente arraigada en la cultura aymara. Marca el inicio del proceso de siembra de la papa, un tubérculo milenario de gran valor alimenticio y simbólico. Esta festividad honra a la "Pachamama" (Madre Tierra), agradece por las cosechas pasadas y pide protección y abundancia para la nueva temporada agrícola.

La ceremonia comienza con un acto solemne: solo algunos mayordomos, autoridades religiosas y comunitarias, reciben las semillas sagradas en nombre del Señor, la Virgen y el patrono San Santiago. Estas semillas son bendecidas en la iglesia antes de ser llevadas a los campos.

El "Pachallampe" se celebra con música, bailes, comidas tradicionales y una fuerte participación comunitaria. Su desarrollo incluye tres momentos esenciales:

• Preparación previa: Los hombres se encargan de las chontas (herramientas de madera usadas para abrir la tierra), mientras las mujeres elaboran adornos florales y preparan las semillas.
• Bendición de las semillas: Las papas seleccionadas son llevadas al templo para recibir la bendición, reconociendo su carácter sagrado dentro del ciclo agrícola.
• Siembra comunitaria: La tierra es abierta colectivamente con las chontas, y las mujeres depositan las semillas con respeto, marcando así un acto espiritual de continuidad, memoria y esperanza.

2. Día de Difuntos (o de las Ánimas)

El 1 de noviembre, al mediodía, se cree que las almas de los difuntos regresan a sus hogares. En este sentido, la mayordoma de las Ánimas prepara un altar especial con:

• Flores y coronas de papel
• Comidas favoritas de los difuntos
• Panes con figuras simbólicas como la escalera, usada para que las almas asciendan; el caballo en representación por San Santiago, y la mujer en representación de la Virgen. 

La ceremonia incluye una "Pawa" de agradecimiento y bienvenida a los difuntos. La comunidad comparte este momento con profundo respeto, reforzando la conexión entre el mundo visible e invisible.

3. "Pawa": La ceremonia del pago a la tierra

La "Pawa" es una ceremonia ancestral del pueblo aymara, un ritual de pago a la "Pachamama" que expresa respeto, gratitud y armonía con la naturaleza. Se realiza al inicio o término de actividades importantes como construcciones, viajes, entierros o emprendimientos, y es guiada por un "yatiri", sabio espiritual del territorio.

Durante la "Pawa", se pide permiso y protección a las fuerzas sagradas de la tierra —especialmente en entornos naturales como las montañas—, invocando bendiciones para los nuevos ciclos de vida. Más que un rito, es una forma profunda de conexión espiritual con el entorno y con los dioses protectores.