Clase media y profesionales subocupados: los nuevos grupos en situación de pobreza en Chile según expertos
Expertos explican la nueva metodología de medición de pobreza que aumenta el porcentaje por ingresos al 22% e incluye factores multidimensionales como educación, salud, trabajo, vivienda y redes.
En un nuevo episodio del programa “Hablemos de Chile”, la periodista Lucía López, conversó con expertos sobre la propuesta de redefinición de la medición de la pobreza en el país, impulsada por una Comisión Asesora Presidencial.
La propuesta redefinió cómo se entiende y cuantifica la pobreza: ya no se mide solo por ingreso, y por esta razón varios quienes son considerados vulnerables en este país. Sobre este tema, la periodista conversó con Emmanuelle Barozet, académica de Sociología U. de Chile, especialista en estratificación social y clases medias; Osvaldo Larrañaga, académico de Gobierno UC, economista y especialista en políticas sociales y medición de pobreza; y Gonzalo Durán, académico de Trabajo Social U. de Chile, economista e investigador en desigualdad y desarrollo.
Expertos explican el aumento de la pobreza y nuevo sistema para medirla
En este sentido, los expertos explicaron que la actualización de los estándares eleva el porcentaje de pobreza por ingresos del 6% al 22%. El académico de gobierno UC, Osvaldo Larrañaga indicó que “objetivamente Chile es menos pobre que hace 30 o 50 años, ya no hay miseria, pero la medición de la pobreza no es algo estático. Los países a medida que se desarrollan van subiendo sus estándares de lo que significa para ellos una vida digna en lo material”.
Por su parte, el académico de Trabajo Social de la Universidad de Chile, Gonzalo Durán, explicó que el cambio responde a la incongruencia de considerar que nuestro país tiene un nivel de pobreza bajo cuando “la mitad de los chilenos gana menos de $611.000”. Por ello, se propuso una nueva metodología que ajusta la línea de pobreza e incorpora un mayor número de bienes y servicios esenciales, considerados mínimos o necesarios, pero ahora más complejos y con un costo ligeramente superior.
Si bien el 22% se refiere a la pobreza medida por ingresos, la medición multidimensional también se volvió más estricta, lo que contribuye a explicar el aumento en el nivel general de pobreza.
En ese aspecto, la socióloga Emmanuelle Barozet explicó las cinco dimensiones que incluye la propuesta de medición de la pobreza: educación, salud, trabajo, vivienda y redes. Lo que significa que ya no se mide solamente el acceso a estos servicios, sino a su calidad.
“La pobreza multidimensional analiza aspectos importantes de la vida que no necesariamente se compran con ingresos”, agregó Osvaldo Larrañaga.
Los estándares de bienestar han cambiado; por ejemplo, el hecho de terminar la educación superior ya no garantiza el bienestar. La redefinición incluye a grupos que cumplen con las expectativas tradicionales de estabilidad, pero que aún se clasifican como pobres. Entre ellos se encuentran los trabajadores asalariados, principalmente del sector privado, que reciben un sueldo y pagan imposiciones, y cuyo estilo de vida no alcanza a cubrir el bienestar mínimo; y los profesionales subocupados, que poseen educación superior, pero desempeñan labores que no requieren ese nivel de formación.
Además, se añade grupos que antes no se percibían como pobres, pero que están en situación de vulnerabilidad. Las personas de clase media, a menudo, se encuentran en riesgo constante, y cualquier eventualidad puede hacer que caigan en la pobreza.


