¿Cómo viven los migrantes en Chile? Expertos analizan discriminación, racismo y la falta de políticas públicas
En "Hablemos de Chile", la periodista Lucía López conversó con expertos sobre la realidad migrante en Chile: discriminación, racismo, falta de políticas públicas y los retos de integración que enfrentan niños, jóvenes y adultos.
¿Cómo es la experiencia de los migrantes en Chile? Esta discusión fue abordada por la periodista Lucía López en el nuevo episodio de "Hablemos de Chile", en compañía de tres expertos en la materia: Neida Colmenares, doctora venezolana en Gobierno y Administración Pública; Nkulama Saint Louis, sociólogo haitiano de la Universidad Católica Silva Henríquez, y María Emilia Tijoux, académica chilena de Sociología de la Universidad de Chile.
Los académicos analizaron cómo las comunidades migrantes se han ido integrando y, al mismo tiempo, los estigmas sociales, el racismo y la xenofobia que enfrentan. Enfatizaron la falta de políticas migratorias integrales que trasciendan la mera apertura o cierre de fronteras, especialmente en lo que respecta a la inclusión de niños y jóvenes.
¿Cómo es la experiencia de los migrantes en Chile hoy?
En ese sentido, la académica María Emilia Tijoux aseguró que los niños, niñas y jóvenes que llegan a Chile, así como los que nacen de padres migrantes que viven en nuestro país, "portan una marca negativa, un estigma". Esto se atribuye a las políticas migratorias y a la difusión mediática desde los años 90. "Han instalado la idea de que ser migrante implica tener una condición, y esa condición está, lamentablemente, muy cargada de aspectos negativos.
Por otro lado, el 8,8% de los ciudadanos en Chile, según con Neida Colmenares, es migrante: "pero esos migrantes o esa migración hay que distinguirla, creo yo con los desplazamientos forzados. No todos tienen la posibilidad de elegir", explicó la experta.
"En mi experiencia yo tuve la posibilidad de elegir", dijo Colmenares, ya que llegó al país hace casi dos décadas por estudios, a diferencia de otros compatriotas de Venezuela. "Lo que hemos visto es que la migración también haitiana, la colombiana, que también tiene un desplazamiento y mucha violencia en sus países de origen, la mayoría de estas personas que han llegado en situación de vulnerabilidad no eligieron salir", comentó en relación con que muchos huyen de sus países debido a violencia económica, violencia política y conflicto armados que hacen que su seguridad y posibilidades de desarrollos no las puedan desarrollar en sus lugares de origen.
En la misma línea, María Emilia Tijoux y Nkulama Saint Louis coincidieron en que en la sociedad chilena también existe otro tipo de diferenciación respecto a la migración. De hecho, se establece una distinción entre “migrantes” y “extranjeros”. Tijoux señaló que, por ejemplo, las personas que provienen de Argentina no son consideradas migrantes, sino extranjeras; mientras que las comunidades provenientes de otros países (desde Perú hasta la migración venezolana) han enfrentado “vidas muy duras” debido a la percepción que predomina en la sociedad chilena.
Nkulama Saint Louis indicó que las experiencias personales de los migrantes incluyen situaciones como el bullying por su condición de extranjeros, la discriminación racial y diversas acusaciones. En este sentido, el académico sostuvo que este problema también tiene una dimensión política, y señaló que una manera de mejorar la convivencia es que tanto los políticos como los medios de comunicación comprendan la migración como un fenómeno social y no como un problema.
"Como lo plantea la Agenda 2030, la migración debería ser abordada desde una perspectiva gubernamental. Todos los gobiernos, sea local o internacional, deberían involucrarse en esto", comentó Saint Louis en "Hablemos de Chile". A su vez, añadió que "para poder mejorar lo que está pasando con la migración se debería penalizar la discriminación, la xenofobia y el racismo. No importa de donde venga. Es decir, si en una campaña electoral, un candidato ocupa la migración como una especie de estrategia electoral con un discurso xenofóbico debería ser castigado".


