Actriz chilena apodada la Viuda Negra narra su dura vida en cárcel de Argentina: "Me tratan como a un perro"
Antonella Marín, actriz y activista feminista chilena, cumple prisión preventiva acusada de drogar y robar a hombres que seducía en aplicaciones de citas.
Durante esta semana se dio a conocer el caso de Antonella Marín Quintero (35), actriz, directora de teatro y activista feminista chilena que actualmente está en prisión tras ser vinculada con robos a distintos hombres en Argentina. Por su modus operandi fue apodada como la Viuda Negra y ahora, desde la cárcel, narra la dura vida que enfrente privada de libertad.
La directora teatral cometía los delitos seduciendo y concertando citas con hombres a través de aplicaciones, luego los drogaba generalmente con té y luego sustraía todo lo que encontraba en los domicilios de las víctimas, ya sea dinero, artículos electrónicos y joyas.
Los hechos ocurrieron el 4 y 6 de julio, así como el 6 y 10 de agosto. En ese periodo habría perpetrado al menos cuatro robos bajo esta modalidad. La compatriota contactaba a sus víctimas por aplicaciones como Tinder, las sedaba, las drogabas y después robaba dinero, documentos y objetos de valor.
La policía logró ubicarla luego de que familiares de una de las víctimas reconocieran objetos sustraídos en Facebook Marketplace. Posteriormente, se detectó su cuenta real en Tinder, lo que permitió organizar un operativo y detenerla.
La Viuda Negra narra su difícil vida en la cárcel a través de redes sociales
Desde la penitenciaría de Batán, Antonella Marín asegura en su cuenta de Instagram que no lo está pasando bien y acusa el abandono de su abogada, además de sentirse completamente sola.
“Hoy no aguanto más. Mi cuerpo ya no tiene fuerza; siento una sensación que no sentí jamás. Lloro, y por primera vez no puedo parar; y acá en la cárcel el llanto no está permitido. Son muchos mis dolores: me tratan como a un perro herido. No sé qué hacer ni cómo comportarme, no entiendo los códigos de la cana. Hemos pasado una semana de mucha hambre; la pobreza se hizo demasiado presente en la celda. Nos dan dos comidas al día; a mí me dan lechuga sola y otras cosas que no se pueden ni comer. ‘Arréglate como puedas’: las que tienen familia les acercan cosas; yo no tengo a nadie. La fiera herida se cansa, se debilita, a veces demasiado”, escribió en el primer párrafo de un post en el que muestra las condiciones en que duerme en el recinto carcelario.
“Es doloroso ser sensible en un lugar insensible. Tengo el cuerpo lleno de tortura; lloro en el patio todo lo que puedo. Mi abogada no me defiende en nada, ya ni me contesta; pierdo la esperanza en el sistema público. Se me rompe el alma, el cuerpo, el corazón. Quiero recuperar mi vida sana, luminosa, y siento que jamás la rescataré”, detalló más adelante.
La ex actriz relató también que ha tenido problemas de salud, sin recibir atención en el penal: “Estuve todo el fin de semana enferma. Todos mis males empeoraron y nadie me ayudó, ni siquiera quienes tienen el deber de hacerlo. Mandé tres oficios para que el médico del penal me viera. Acá le dicen ‘el veterinario’, porque nos tratan como a perros. En este lugar nunca creen que estamos enfermas; y si lo hacen, nos hacen sentir que lo merecemos. Me niegan la medicación en el Penal”.
Finalmente, pese a sus delitos, Antonella Marín aseguró que el rol que asumió como ladrona también la expone a peligros: “Todo el mundo sabe que mi caso tiene que ver con ser viuda negra, pero me parece importante recalcar que es un tipo de delito que nos expone muchísimo a nosotras al peligro”.










