Trinidad Cruz-Coke apunta a la Fiscalía por el triple homicidio en La Reina: “Una investigación mal llevada siempre hace al inocente culpable”
La hermana del fotógrafo asesinado en La Reina se sincera para defender la inocencia de su esposo, Jorge Ugalde, quien hoy cumple prisión preventiva en el crimen.
A dos meses del crimen que conmocionó a la comuna de La Reina —donde el fotógrafo Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos mellizos de 17 años fueron asesinados—, Trinidad Cruz-Coke se sinceró sobre el caso y cuestionó el rol del Ministerio Público y de la Policía de Investigaciones (PDI).
“Una investigación mal llevada siempre hace al inocente culpable”, afirma sobre la detención de Jorge Ugalde, su esposo.
Actualmente, su marido, Jorge Ugalde, cumple la medida cautelar de prisión preventiva como principal sospechoso, mientras que Trinidad figura en calidad de imputada, aunque el Ministerio Público aún no ha procedido a su formalización.
El estrecho vínculo entre Trinidad Cruz-Coke y su hermano
Trinidad Cruz-Coke confesó que mantenía una relación muy estrecha con su hermano fotógrafo y sus dos sobrinos. Incluso, recordó el último encuentro que tuvo antes del crimen.
Según relató, la última vez que vio con vida a Eduardo fue solo un día antes de su muerte, en una reunión familiar donde participaron su hijo Pedro, su nieto y los hijos de la víctima.
“Estuvimos jugando taca-taca, conversando”, dijo. La mujer describió un ambiente de cotidianeidad y afecto: “Lo último que escuché de él fue una talla, se reía de mí. Fue un encuentro muy tierno como era cada vez que nos veíamos”.
Para Trinidad, Eduardo era más que un hermano; debido a las enfermedades que él sufrió durante su infancia, el lazo era casi maternal. “Desde pequeño se transformó un poco en mi primer hijo”, señaló.
Esta confianza se reflejaba en el día a día, compartiendo la lavadora, el patio y las llaves de la casa, e incluso en decisiones legales, ya que el fotógrafo los había designado como administradores de su herencia en su testamento.
“Teníamos un lazo de profunda confianza... Eduardo sabía perfectamente que nosotros somos incapaces de hacerle algo”, señaló.
Trinidad Cruz-Coke desmiente envenenamiento
Respecto a una de las acusaciones más graves —un presunto intento de envenenamiento denunciado por la exesposa de Eduardo y madre de los adolescentes—, Trinidad fue categórica en descartar esa versión.
“Si hubiera existido un envenenamiento, los médicos habrían denunciado. Eso nunca ocurrió”, afirmó, detallando que su hermano fue atendido por seis especialistas ese día y ninguno reportó irregularidades.
Además, cuestionó la lógica de la acusación: “Si tú piensas seriamente que alguien está tratando de envenenar a tus hijos, ¿sigues viviendo con ellos? ¿Dejas que pasen el verano y compartan paseos? Yo como madre jamás dejaría que mis hijos corrieran ese peligro”.
"Jorge y mi hermano tenían una relación de compañerismo"
Asimismo, Trinidad también abordó la situación judicial de su esposo, Jorge Ugalde, con quien lleva casi 40 años de relación. En esa línea, describió a su esposo como "un hombre profundamente leal".
Recordó el compañerismo entre Jorge y Eduardo, mencionando incluso que existen videos del fotógrafo registrando momentos cotidianos de su cuñado: "Jorge y mi hermano tenían una relación de compañerismo y confianza".
En su crítica al proceso, denunció que la Fiscalía y la PDI han trabajado "más en filtrar información que en investigar". Aseguró que la defensa solicitó una segunda autopsia, diligencia que les fue negada, y apuntó a fallos en el peritaje del sitio del suceso.
“La PDI declara que nuestra casa fue arduamente periciada, cuando no hay pericias de los cuchillos y Eduardo fue acuchillado con dos cuchillos distintos”, indicó.
Finalmente, sentenció que el fiscal no se ha abierto a otras aristas clave: “La huella del zapato ensangrentada, las entradas y salidas registradas por las cámaras, vehículos sospechosos y tantos otros problemas de Eduardo que nunca se han incorporado”.
Bajo este escenario, Trinidad Cruz-Coke reveló que ahora están a la espera de nuevos peritajes que podrían abrir otras líneas investigativas para identificar a un grupo de personas que habría ingresado al domicilio en la hora del crimen.
“La muerte de un ser querido así, de una manera tan violenta, es algo que no tiene dimensión y que es muy difícil de explicar. Es una pesadilla enfrentar una pérdida así y, además, tener que defender la inocencia”, concluyó.
