Entre consejos y expectativas: La realidad no contada del embarazo y cómo abordarlo

Virginia Oms
Virginia Oms
Compartir Facebook Twitter Whatsapp

El embarazo es una etapa de transformación profunda en la vida de una mujer. A nivel emocional, el primer impacto es el de saberse creadora de otro ser humano, lo cual puede generar una mezcla de asombro, alegría y, en ocasiones, miedo. En mi caso, este descubrimiento me produjo un shock emocional que me llevó a reflexionar sobre mi capacidad de adaptación y mi relación con mi pareja, quien procesó la noticia de manera diferente, aunque por supuesto con la misma felicidad que yo. Esto, sumado al torrente hormonal, despertó en mí un apego emocional hacia él que no esperaba y que requirió comunicación constante para encontrar calma y equilibrio.

En cuanto al cuerpo, los cambios iniciales suelen ser sutiles pero pueden ser algo incómodos. La hinchazón, la fatiga y, en mi caso, un hematoma uterino que implicó tratamiento con progesterona, marcaron un comienzo físicamente desafiante. Es una etapa que puede sentirse vulnerable, ya que el cuerpo está cambiando de formas que no siempre son visibles (lo cual también es un poco incómodo con la ropa al principio), pero profundamente significativas.

Presión social y múltiples consejos: A menudo generan temor y ansiedad en las embarazadas

Durante el embarazo, las mujeres primerizas pueden sentirse presionadas debido a diversos factores, además durante este período suelen recibir varios consejos, en su mayoría bienintencionados, que, aunque buscan ayudar, a menudo generan temor y ansiedad en las embarazadas.

Durante el embarazo, muchas mujeres experimentamos una sobrecarga de consejos no solicitados. Aunque suelen ser bienintencionados, la mayoría proviene de experiencias personales y no siempre se aplican a nuestra situación. Frases como “Disfruta esta etapa, es la más linda de tu vida” pueden generar presión y culpa, especialmente si no estás disfrutando ese momento como se espera. Como lo estés viviendo está bien.

A esto se suma la constante opinión sobre cómo debes dar a luz: parto natural, cesárea programada, entre otras posturas, que a menudo invalidan tu propia experiencia y

decisiones, o tus propios tiempos de pensarlo. Es común que al principio del embarazo no quieras decidir inmediatamente cómo vas a parir, tienes mucho que procesar aún. Lo que más me ayudó fue recordar que el embarazo es un proceso único y confiar en que mi cuerpo y mi bebé tienen la sabiduría necesaria para afrontar esta etapa. Confío en que tenemos muchos años de evolución en nuestras células, sabemos hacer esto sin tanta intervención de la mente (ni propia ni la mente del otro).

Mi recomendación para quienes rodean a una mujer embarazada es sencilla: en lugar de dar consejos, pregúntale cómo se siente y ofrécele apoyo desde un lugar genuino. La escucha activa y la empatía son más valiosas que cualquier recomendación.

Consejos como futura madre y psicóloga

Desde mi perspectiva profesional y personal, el mejor consejo que puedo ofrecer a otras mujeres embarazadas es el de confiar en sí mismas. El embarazo puede despertar dudas, miedo e inseguridades, pero nuestro cuerpo y mente están diseñados para adaptarse. Es importante reconocer que no tenemos que cumplir con ninguna expectativa externa: no todas las mujeres disfrutan el embarazo, y eso no las hace menos capaces de ser madres amorosas.

En este proceso, algo que me impactó mucho fueron los cambios en mi capacidad de concentración. Como emprendedora, suelo exigirme mucho a nivel profesional, pero durante el embarazo, mi cerebro parece haber cambiado de prioridades (está aprobado que cambia la materia gris durante el embarazo y el posparto). Esto no es casual: el cerebro de una mujer embarazada se reorganiza para prepararse emocional y físicamente para las necesidades del bebé. Aunque esto tiene un propósito biológico claro, puede ser frustrante si no lo entiendes.

Por eso, recomiendo a las mujeres que no se presionen por trabajar al mismo ritmo que antes y que aprendan a escuchar a su cuerpo y su mente. El autocuidado emocional, cómo aceptar tus emociones y descansar cuando lo necesitas, es esencial. Además, recomiendo que se rodeen de mujeres que estén en la misma situación. A mí me ayudó muchísimo sentirme más entendida.

El embarazo es un viaje único, con momentos de magia, vulnerabilidad y aprendizaje. Más allá de los cambios físicos y emocionales, nos enseña a aceptar nuestras limitaciones y a confiar en nuestra capacidad innata para adaptarnos.

Mi mensaje para las futuras madres es este: tu experiencia es válida, sea como sea que la vivas. Permítete sentir, aprende a soltar las expectativas y confía en el proceso. Al final del día, nadie sabe mejor que tú cómo vivir esta etapa.

Virginia Oms, psicóloga clínica.