Esta es la fruta que podría aportar mayor colágeno y antioxidante para una piel saludable
Con el avance de la edad, la exposición al sol, el consumo de tabaquismo, la presencia de pantallas durante el día, una mala alimentación, la pérdida de colágeno, entre otros factores, son totalmente enemigos a la hora de querer prevenir arrugas
Sin embargo, el cuidado de la piel, parte desde adentro y todo lo que comemos puede tanto influir de buena forma, como gatillar el problema.
Un consumo alto en proteínas y colágeno podría ayudar al cuidado de la piel. Según expertos de Cleveland Clinic de Estados Unidos, el colágeno es el 30% de las proteínas del cuerpo y proporciona estructura, soporte y fuerza a la piel, músculos, huesos y tejidos conectivos, un elemento esencial para disfrutar de una buena salud física.
El colágeno presente en la mora y sus beneficios antioxidantes
El colágeno que se encuentra presente en alimentos no puede ser absorbido en su totalidad por el cuerpo, sin embargo, también es necesario ingerir nutrientes que estimulen la producción de esta proteína.
Pero existe una fruta en específico que le brinda al cuerpo humano varios de los componentes que necesita para generar colágeno: se trata de la mora, una fruta que además, es considerada un gran antioxidante.
Dentro de los beneficios de las moras, estas son una excelente fuente natural de vitaminas C y K, manganeso y antioxidantes beneficiosos para la salud. La vitamina C fortalece el sistema inmunológico para prevenir infecciones, estimula la producción de colágeno para la formación de tejidos y facilita la cicatrización de heridas y el fortalecimiento muscular.
La vitamina K es esencial para la coagulación sanguínea, mientras que el manganeso interviene en la producción de energía, protección celular, inmunidad, crecimiento óseo y reproducción. Las moras aportan fibra soluble e insoluble que previene el estreñimiento, reduce el colesterol y regula los niveles de azúcar en sangre.
Mientras que sus antocianinas, pigmentos hidrosolubles, mejoran el flujo sanguíneo, disminuyen la inflamación y los niveles altos de colesterol que conducen a la arterosclerosis y otras patologías cardiovasculares.