El boom de las inyecciones para adelgazar y la obesidad: psicóloga explica la relación con el hambre emocional
En América Latina, la obesidad se ha convertido en una pandemia silenciosa, afectando a millones de personas y agravando los problemas de salud pública. Lo que antes se veía como un problema de países desarrollados ahora golpea duramente a la región. Países como Chile reportan que más del 74% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad, una tendencia que sigue creciendo.
El sobrepeso infantil también es preocupante en nuestro país. Según el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA de la Universidad de Chile, 3 de cada 5 estudiantes, presentan sobrepeso, obesidad u obesidad severa, lo que perpetúa un ciclo de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares.
Según las estimaciones presentadas en el Atlas Mundial de la Obesidad 2023, si se mantienen las tendencias actuales, la obesidad costará a la economía mundial más de 4 billones de dólares en ingresos potenciales el 2035, lo que representa casi el 3% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial actual.
A pesar de las soluciones tradicionales —como dietas restrictivas y cirugías bariátricas—, la tendencia sigue al alza.
El costo de comer saludable
Uno de los factores clave detrás del aumento de la obesidad es el elevado costo de los alimentos saludables. Un informe de la FAO señala que, en muchos países de América Latina, una dieta saludable puede ser entre 25% y 60% más cara que una basada en alimentos ultraprocesados. Esto obliga a muchas personas a optar por comidas rápidas y de bajo costo, perpetuando el aumento de peso.
En este contexto, Karolina Lama, psicóloga clínica y autora de "Quiero ser Flaca y Feliz" y "¿Por qué no puedo parar de comer?", advierte que la relación entre la alimentación y las emociones es un factor clave que se ignora con frecuencia. “La falta de acceso a alimentos saludables genera frustración y estrés, lo que lleva a muchas personas a recurrir a la comida como un escape emocional", señala Lama.
El auge de las soluciones rápidas: inyecciones para adelgazar
En los últimos años, las inyecciones para adelgazar han ganado popularidad por sus rápidos resultados. Sin embargo, Karolina Lama, especialista en hambre emocional y trastornos de la conducta alimentaria, ofrece una perspectiva crítica sobre esta moda.
"Es innegable que muchas personas experimentan una pérdida de peso real al utilizar estos medicamentos", señala Lama. Explica que es crucial entender que estos medicamentos no son una solución definitiva, sino más bien una herramienta temporal, similar al uso de antidepresivos en el tratamiento de la depresión. "A una persona le recetan un antidepresivo o estabilizador del ánimo para que, mientras lo toma, pueda asistir a terapia y trabajar en los problemas subyacentes que la llevan a sentirse como se siente. Con las inyecciones para perder peso, ocurre algo similar: puedes evidenciar una reducción de peso, pero lo importante es acompañar este proceso con una terapia psicológica que ayude a entender cómo llegaste a ese punto".
Lama recalca que sin una comprensión profunda de los factores emocionales, es probable que, tras suspender el uso de las inyecciones, las personas vuelvan a caer en los mismos patrones de comportamiento que las llevaron al sobrepeso en primer lugar. "El hambre emocional te domina y te empuja a un ciclo del que no puedes salir sin ayuda. Es fundamental abordar estos problemas desde la raíz, no solo con soluciones rápidas", afirma.
El hambre emocional, explica Lama, es una respuesta al estrés, la ansiedad y la depresión, donde las personas recurren a la comida como una vía de escape frente a emociones difíciles. Este fenómeno está estrechamente relacionado con la manera en que las personas gestionan sus emociones, utilizando la comida como un método para sobrellevar situaciones difíciles en lugar de enfrentarlas directamente.
Lama destaca que el verdadero desafío no es solo perder peso, sino entender cómo nuestras emociones influyen en nuestro comportamiento alimentario. Sus programas, "Get Over Eat" y "La Terapia de Karo Lama", abordan este problema desde una perspectiva integral, ayudando a las personas a romper el ciclo del hambre emocional a través de la sostenibilidad emocional y física.
En este contexto, Lama hace un llamado a la necesidad de terapia psicológica y apoyo emocional para tratar la raíz del problema. “esta lección ya la aprendimos cuando los médicos afirmaban que las cirugías bariátricas eran el fin de la obesidad, y ya sabemos lo que pasó” Aunque las inyecciones para la pérdida de peso pueden proporcionar resultados sorprendentes, sin una comprensión profunda de las razones psicológicas tras el comer emocional y la construcción de hábitos alimentarios nuevos que provoquen un cambio en relación con la comida, cualquier solución será solo temporal.