Especialistas dan cuenta de los desconocidos beneficios de anticonceptivos de larga duración

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Los LARCs (Long-Acting Reversible Contraception) son métodos anticonceptivos reversibles que mantienen su efecto a largo plazo y que permiten recuperar la fertilidad tras el cese de su uso. Existen 3 grupos: los implantes subdérmicos, los dispositivos intrauterinos hormonales y los dispositivos intrauterinos no hormonales.

Son métodos altamente eficaces dado que duran entre 3 a 12 años donde actúan en el cuerpo quitando el factor olvido o uso incorrecto. Además destacan por su seguridad para la salud de la mayoría de las mujeres dado que no tienen hormonas o dosis muy bajas de hormonas; y en general tienen una alta tasa de satisfacción por las usuarias teniendo mayores tasas de continuidad que otros métodos como las pastillas.

"Los principales beneficios de estos métodos son la eficacia anticonceptiva, que es ampliamente superior a los otros métodos (20 veces más efectivos) y la continuidad en el uso cuando se comparan los métodos de corta duración", indica la Dra. Claudia Zajer, presidenta de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología Infantil y de la Adolescencia, SOGIA.

"También son una excelente alternativa cuando se desea evitar la interacción con otros medicamentos que pueden disminuir la eficacia anticonceptiva de otros métodos” añade. 

Asimismo, es una de las estrategias ampliamente aprobadas por las sociedades científicas nacionales e internacionales para disminuir los embarazos no planificados en la población joven. Por ello, es que en varios países de LATAM y Europa los anticonceptivos de larga duración están sujetos a un régimen de acceso universal.

Los mitos más comunes sobre su uso

Leonardo Reyes Torres, matrón y Máster en Anticoncepción, revela que uno de los principales mitos respecto a los dispositivos intrauterinos, ya sean con cobre o liberadores de hormonas, es la creencia que son métodos antiguos, obsoletos y poco seguros.

"Esto no es cierto, ya que las complicaciones con los dispositivos intrauterinos son muy escasas, además de ser métodos que en el resto del mundo son ampliamente utilizados en personas de todas las edades", asegura Reyes, quien recientemente fue invitado a exponer junto a Ginecólogas Chile, SOGIA y la Fundación Niñas Valientes, sobre embarazos adolescentes y acceso universal de LARCs, en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputadas y Diputados.

Con respecto a la idea errónea de que los adolescentes no pueden utilizar implantes anticonceptivos o dispositivos intrauterinos, el experto afirma que son métodos con amplia evidencia científica que respaldan tanto su eficacia como seguridad en adolescentes.

Por su parte, la matrona Anita Román y ex presidenta del gremio, indica que “el más frecuente es que son métodos de mucha carga hormonal y que podrían producir cáncer. Evidentemente eso es un mito, ya que como todo método para su indicación debe cumplir con los criterios de elegibilidad de la OMS”.

Finalmente, en relación al discurso en torno a que los LARCs podrían afectar la fertilidad a largo plazo, el matrón señala está estudiado que la ovulación, en algunos casos, se mantiene durante su uso o se recupera dentro del primer mes de haber suspendido el método.

Las barreras de acceso: Una problemática pendiente

Si bien los LARCs se entregan gratuitamente en el sistema público, existen diversos impedimentos que dificultan su uso en Chile “una de las principales barreras tiene relación con el acceso a una hora de atención con una matrona o matrón en los Cesfam, que son las profesionales que realizan los procedimientos de inserción. A pesar del gran esfuerzo y compromiso de las matronas y matrones de nuestro país, las horas para poder dar respuesta a las necesidades de la población siguen siendo insuficientes", dice Leonardo. 

A su vez, la Dra. Claudia Zajer, establece que no solo hay que mejorar el acceso a los anticonceptivos sino la oportunidad de atención y la estructura del sistema de atención primaria. "Una cosa es que se entregue gratuitamente y otra que haya disponibilidad, muchas veces hay una lista de espera", puntualiza. 

"También hay que establecer prioridades en atención y acceso. Otra barrera es el acceso a consultorios, donde hay que levantarse temprano a intentar ´sacar número´ para ser atendido. Asimismo los horarios disponibles muchas veces no son compatibles con el colegio, universidad o trabajo", sentencia. 

Los LARCs no cuentan con financiamiento de Fonasa ni de Isapre. Reyes asegura que "la alternativa que tienen es comprar estos métodos anticonceptivos en farmacias y buscar de manera particular una matrona, matrón o ginecóloga/o para que les realicen la inserción. Algunos de estos métodos y su inserción pueden bordear los 200 a 250 mil pesos”.