La nueva temporada de Hablemos de Chile inició con un capítulo en el que abordó los desafíos que enfrentan los adolescentes en la actualidad, desde la crisis de referentes hasta la búsqueda de identidad y la influencia de redes sociales.

¿Es más compleja la adolescencia hoy? La crisis que atraviesan los jóvenes fue el tema principal del primer capítulo de la cuarta temporada de "Hablemos de Chile", espacio conducido por la periodista Lucía López. En esta edición, se abrió la conversación sobre los desafíos que enfrentan los adolescentes chilenos en la actualidad: los vínculos afectivos, la construcción de identidad, la salud mental y la influencia de las redes sociales.

Tres expertos en la materia, Amanda Céspedes, neuropsiquiatra infantojuvenil de la Universidad de Chile; Germán Morales, académico de Psicología UC; y el doctor Juan Pablo Torres, de la Facultad de Medicina UC, coincidieron en que ser adolescente en 2025 es más complejo que en décadas anteriores. Una razón de la dificultad en la edad radica, según Torres, en que serían “la primera generación en Chile, que no necesariamente tendrá una mejor calidad de vida que sus padres”. 

“Había una especie de mito en el país, ¿cierto?, como una idea de eterno progreso, y eso hoy está en tela de juicio. Eso también pone una carga sobre los jóvenes, porque se conjuga con el hecho de que nunca antes habían existido tantas posibilidades de desarrollo como ahora”, dijo el doctor Torres, y añadió que los "adolescentes viven en una época de gran incertidumbre. Y esa incertidumbre recae sobre estas tareas vitales que, en el fondo, todos tuvimos que enfrentar“”.

En este sentido, Germán Morales, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Católica, agregó que la incertidumbre que viven hoy los adolescentes está relacionada con las crisis que atraviesan las instituciones a nivel global. Ante la falta de referentes y de sistemas de apoyo estables, resulta difícil "proyectarse en un mundo tan volátil", advirtió.

¿Es más difícil la adolescencia hoy que antes?

Por otro lado, la neuropsiquiatra Amanda Céspedes explicó que durante el proceso de maduración cerebral —que se extiende desde el nacimiento hasta aproximadamente los 25 años—, un ser humano requiere del acompañamiento constante de adultos significativos que puedan guiar y apoyarlo a enfrentar los distintos cambios de la vida.

Sin embargo, no todos los adultos, incluidos padres, madres y docentes, están preparados para asumir este rol. “Los adolescentes necesitan un tipo específico de adultos: cuidadores, padres y profesores capacitados y emocionalmente disponibles. Pero lo cierto es que no siempre estamos preparados para estos desafíos”, señaló.

De acuerdo con Céspedes, durante los 15 y 18 años, el cerebro atraviesa transformaciones “profundas y radicales” que colocan a los jóvenes en una posición de vulnerabilidad extrema. A pesar de esto, persiste una visión social errónea que asume que, al llegar a esta edad, los adolescentes ya están formados y deben responsabilizarse por completo de su vida.

Esta percepción adulta choca con su realidad biológica, y por ende muchos adolescentes presentan una baja tolerancia al estrés, sentimientos de soledad y una búsqueda de gratificación inmediata, y que los lleva a tener conflictos con su entorno.

El rol de las redes sociales y los discursos radicales en la adolescencia 

En este contexto, la modernidad y la inmediatez han llevado —desde hace algunas décadas— a que muchos adolescentes se refugien en Internet y las redes sociales. Hoy en día, los jóvenes están más expuestos a una variedad de discursos y actividades, algunos de los cuales han contribuido a procesos de radicalización.

Al referirse a "Adolescencia", la exitosa serie de streaming, el doctor Juan Pablo Torres destacó que, aunque el relato parece abordar fenómenos como la "manósfera" y los "incels" (acrónimo del inglés "involuntary celibate", que describe a comunidades de hombres en línea con discursos de odio hacia las mujeres debido a su incapacidad para establecer relaciones románticas o sexuales), el tema central de la serie es la soledad. 

“Ese preadolescente está solo. Tiene a sus padres dando vueltas, al colegio también, pero percibe una profunda soledad. ¿Y a qué te lleva la soledad? A ser vulnerable a este tipo de grupos que finalmente canalizan esa frustración. Entonces, efectivamente, las redes sociales han abierto más puertas para que estos colectivos se aprovechen del malestar de los jóvenes”, comentó el médico.

A su vez, el especialista aclaró que los grupos de adolescentes no son negativos per se, sino que en búsqueda de pertenencia y dejar de sentirse solos se vuelven vulnerables y susceptibles de unirse a grupos disfuncionales y que promueven la violencia.

Pero aun con eso, hay una diferencia en como los hombres y las mujeres enfrentan en la adolescencia en el Chile actual. “En mi opinión, las adolescentes mujeres están más empoderadas. Se han nutrido de los movimientos feministas y de reivindicación de derechos, y eso les ha dado más seguridad”, dijo Amanda Céspedes y recalcó: “En cambio, veo que los adolescentes varones están más desorientados, con menos recursos."

En este sentido, la experta señaló que "el adolescente, hombre o mujer, necesita referentes de mayor edad. Allí yo veo que el adolescente se puede inclinar hacia dos grandes arquetipos: Uno es el ídolo. Y el ídolo puede ser muy tóxico y hacer mucho daño. Y el otro es el líder. Ahora, el adolescente se va a acercar al líder, pero tiene que tener una imagen evolutiva del líder. Entonces, por ejemplo, si al interior de la familia ha habido uno de sus miembros que ha sabido ser un buen líder para los niños, ese niño, cuando crece y sea adolescente, va a seguir buscando esa imagen del líder. Y esa imagen del líder rescata”, agregó.

“Y eso se cruza con otro fenómeno”, agregó Juan Pablo Torres, “hoy están en cuestionamiento las identidades de género tradicionales. Los adolescentes no solo se preguntan con quién identificarse, sino también qué significa ser hombre, mujer o tener otra identidad de género. Es un desafío propio de esta época”.