Tiempo, sabor y oficio: Fuente Chilena celebra el Día de la Mechada con receta clásica y nueva preparación
Este 4 de julio, la reconocida sandwichería rinde tributo a uno de los íconos más entrañables de la cocina chilena: la carne mechada. Con una elaboración que privilegia el tiempo y la técnica, suma además la empanada individual mechada-queso, que traslada ese mismo sabor a un nuevo formato.
La mechada no se improvisa. Se cocina lento, con paciencia y con técnica. En el Día de la Mechada, Fuente Chilena vuelve a poner el foco en una de las preparaciones más queridas de la cocina casera chilena: la clásica carne cortada en láminas, cocida con verduras y servida en el clásico pan criollo artesanal.
El proceso parte con una posta paleta seleccionada cuidadosamente, que se lleva a cocción lenta junto a un caldo lleno de vegetales frescos. El resultado es una carne jugosa, con textura y profundidad de sabor, pensada para servirse en cortes, sin deshilachar. Una preparación con cuerpo, como la que se cocina en casa, con tiempo y oficio.
Día de la Mechada: La Fuente Chilena celebra este tradicional plato
A la icónica mechada se suma uno de los sellos característicos de la sandwichería, el pan criollo, horneado diariamente en su propia panadería. Crujiente por fuera y suave por dentro, fue pensado para acompañar cada relleno sin opacarlo.
La carne mechada puede pedirse sola o en versiones tradicionales que mantienen el espíritu del recetario chileno:
- Especial: Acompañada de la mayonesa de receta casera, elaborada cada mañana.
- Completa: El clásico infalible de tomate, chucrut, mayonesa y salsa verde.
- Chacarera: La versión con porotos verdes, tomate y ají verde.
- Luco: Un acierto simple pero preciso con su queso gouda fundido.
- Italiana: La versión de siempre con palta, tomate y mayonesa de la casa.
Nuevo imperdible: Empanada mechada queso
Como parte de esta celebración, Fuente Chilena lanza un nuevo producto que amplía la carta y refuerza su identidad: la empanada mechada-queso. Disponible en tamaño individual desde el 1 de julio, esta preparación lleva la misma carne de cocción lenta que protagoniza sus sándwiches, ahora envuelta en una masa dorada y acompañada de queso gouda fundido.
Ideal como entrada o antojo de media tarde, esta empanada traslada el sabor de siempre a un nuevo formato, sabroso y con el mismo oficio de fondo. Una incorporación que acompaña como una forma más de disfrutar la cocina chilena sin perder la tradición.

