“Soñé que me casaba contigo”: La historia que impactó a Don Francisco en Sábados Gigantes

En sus más de seis décadas de trayectoria, Mario Kreutzberger —conocido mundialmente como Don Francisco — ha acumulado miles de recuerdos en Sábados Gigantes. 

Y aunque muchas anécdotas marcaron la historia del programa, hay una que el propio animador rescató recientemente en el programa Hay que decirlo, calificándola como una de las historias más sorprendentes que le tocó presenciar en televisión.

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La anécdota que sorprendió a Don Francisco

Todo comenzó con un carnicero de Santiago que una noche soñó que conocería a la mujer de su vida. En su visión onírica, el hombre veía claramente el bus que debía tomar, la calle por donde tenía que caminar y hasta la casa donde debía golpear la puerta. Siguiendo fielmente lo que había soñado, al día siguiente emprendió el recorrido, bajó en el lugar indicado y, con determinación, llamó a la puerta.

Para su sorpresa, quien abrió era exactamente la mujer que había soñado. Convencido de que el destino los unía, le dijo de inmediato: “Vengo a casarme con usted”. Sin embargo, la respuesta fue un portazo. El hombre regresó desanimado a Santiago y la vida siguió su curso.

Pasaron cerca de 15 años hasta que, en una inesperada coincidencia, volvió a encontrarse con aquella mujer. Ella trabajaba como empleada doméstica y un día fue enviada por su patrona a comprar a la misma carnicería donde él seguía trabajando. El reencuentro fue inevitable. Aunque ella lo miraba con cierta desconfianza, recordando aquel episodio que parecía de locura, con el tiempo comenzaron a conocerse de verdad.

Finalmente, contra todo pronóstico, se casaron, formaron una familia y años después llegaron juntos a Sábados Gigantes, donde Don Francisco los entrevistó. En la conversación televisiva, la pareja relató cómo aquel sueño inicial se transformó en una realidad, pese a lo improbable que parecía.

“Es una cosa increíble”, recordó la mujer en el programa, confesando que al principio se asustó y no creyó en las palabras del carnicero, pero que con el tiempo comprendió que había algo más grande guiando su historia.