La vez que Vivi Kreutzberger contó cómo era su personalidad durante su infancia: "Metiéndome donde no debía"

A pocos días de su cumpleaños número 60, en 13Rec quisimos revivir una divertida entrevista que Vivi Kreutzberger dio en el programa “Ojo con los niños”.

Frente a las preguntas de Maite Orsini, Agustín González y Matías Ponce, la animadora compartió anécdotas de su infancia y habló con total franqueza sobre lo que significó crecer como hija de Don Francisco.

“A tu edad yo ya andaba dando vueltas por acá y estaba metida en el switch”, comentó, añadiendo que en las tardes de Sábado Gigante recorría los estudios del canal, tratando de “meter la cuchara” en todas partes. 

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“Nunca nadie me descubrió, pero yo siempre estaba ahí, molestosa, metiéndome donde no debía”, relató Vivi Kreutzberger entre risas.

La animadora describió esa época como un tiempo de gran energía en el 13, cuando las transmisiones en vivo marcaban la jornada de los sábados y se respiraba adrenalina en cada rincón del canal. Un ambiente que, según dijo, despertó su temprano interés por la televisión.

Durante la conversación, fue consultada sobre si le incomodaba ser presentada como “la hija de Don Francisco”. Ante esta pregunta, respondió que no, y que al contrario, lo asumió desde el comienzo de su carrera. “Voy a ser la hija de hasta que cualquiera de los dos pasemos a mejor vida. Pero no me complica, al revés, es un orgullo”, expresó.

¿Cómo era la personalidad de Vivi Kreutzberger cuando pequeña?

En el programa también habló de su carácter. Contó que en su casa solía imponerse en decisiones cotidianas, incluso al momento de elegir la comida familiar. “Siempre tuvimos una personalidad distinta a lo típico”, confesó, agregando que esa franqueza la ha acompañado toda su vida.

Con humor, reconoció que alguna vez perdió la vergüenza y el tino, y que nunca los recuperó: “Me encanta. Esa es la gracia, hacer lo que a uno le gusta, sin ofender a nadie”, explicó.

Finalmente, Vivi Kreutzberger dejó un mensaje a los más pequeños: no encasillarse ni “cuadrarse tanto”. “La gracia está en decir lo que uno piensa y hacer lo que realmente siente”, señaló.