El día que Marcelo Salas mostró su lado más humano en Venga Conmigo
En 1995, cuando Marcelo Salas ya se consolidaba como una de las grandes promesas del fútbol chileno, José Alfredo “Pollo” Fuentes decidió ir más allá de las canchas para conocer su historia fuera del balón.
Y es que el animador de “Venga Conmigo” decidió pasar un día con el deportista, ocasión en la que el “Matador” mostró su sencillez, su amor por la familia y su humildad frente al éxito.
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Marcelo Salas, un joven con los pies en la tierra
El registro fue emitido en un momento crucial: el final del Campeonato Nacional, donde Universidad de Chile peleaba el título. Con solo 20 años ya era un ídolo, pero su actitud seguía siendo la de un joven tranquilo, enfocado y agradecido.
“Desde chico tuve todo el apoyo de mi familia, me ayudaron en todo, y ahora puedo responderles”, señaló en conversación con el “Pollo” Fuentes, destacando la importancia de sus raíces.
El “Matador” también reflexionó sobre la fama y lo efímero del éxito deportivo: “Uno tiene que tener los pies bien puestos en la tierra. En cualquier momento puede llegar una lesión y se acaba todo, pero yo tengo que seguir viviendo igual”.
La humildad de un goleador
Durante la entrevista, José Alfredo Fuentes destacó su sencillez y cercanía con la gente, algo que se confirmaba con los testimonios de su entorno. Amigos, compañeros y familiares coincidían en describirlo como “una persona humilde, cariñosa y responsable”.
Su madre, con evidente emoción, lo definió como “muy cariñoso y atento con todos en la familia”, mientras que sus cercanos lo recordaban como un joven “que no cambiaba pese al éxito”.
El futbolista, conocido ya como “el Matador”, también habló de su gran motivación: el gol. “Es una alegría inmensa… ganas de gritarle a toda la gente que está en el estadio, de abrazarlo, es algo muy lindo”, confesó Marcelo Salas.
Sueños que se cumplieron
En esa conversación, el deportista anticipó lo que vendría: “Mi meta es jugar en un gran equipo en Chile y después emigrar al extranjero, ojalá a Europa”.
Años más tarde, cumpliría esa promesa vistiendo camisetas emblemáticas como las de River Plate, Lazio y Juventus, convirtiéndose en uno de los futbolistas chilenos más importantes de todos los tiempos.


