Chayanne y su primera visita a Chile en 1987: así fue su paso por Sábados Gigantes
En 1987, Chile recibió por primera vez a un joven cantante puertorriqueño que, sin saberlo aún, se convertiría en uno de los artistas más queridos de América Latina: Chayanne. Con apenas 18 años, el intérprete llegó al país como parte de una gira promocional que lo llevó a presentarse en el Casino de Viña del Mar y en el programa "Sábados Gigantes", donde sorprendió al público con todo su carisma juvenil.
El cantante ya había tenido un recorrido artístico importante. Antes de iniciar su carrera solista, formó parte del grupo Los Chicos, con el que alcanzó gran popularidad en Puerto Rico y otros países de la región a principios de los 80.
Tras la disolución de la banda, decidió continuar su camino en solitario, lanzando en 1984 su primer álbum titulado Chayanne es mi nombre. Para el año 1987 ya había editado tres discos y comenzaba a sonar con fuerza en toda América Latina gracias a temas como “Fiesta en América”, que rápidamente se transformó en uno de sus himnos juveniles.
Te puede interesar: La vez que Coco Legrand mostró su lado más íntimo en TV: Confesó cómo era cuando niño
La visita de Chayanne a Sábados Gigantes
Su participación en el programa fue presentada por Don Francisco como la de un prometedor artista boricua.
Chayanne interpretó primero “Fiesta en América”, encendiendo al público con una energía arrolladora. La letra optimista, que invitaba a la unión y la alegría, se transformó en el reflejo perfecto del espíritu que transmitía sobre el escenario.
En medio de la entrevista, el cantante respondió con simpatía a las preguntas del público, revelando algunos detalles de su vida. Explicó que su verdadero nombre era Elmer Figueroa Arce, pero que su madre lo había bautizado artísticamente como Chayanne en honor a una serie de televisión estadounidense.
También contó que provenía de una familia humilde, que su madre cantaba “maravillosamente en la ducha” y que su gran sueño era seguir construyendo una carrera musical sólida, pese a los sacrificios que ésta implicaba.
Luego vino el turno de “Violeta”, un tema movido compuesto por autores brasileños, que permitió mostrar su faceta más bailable. Con su estilo fresco y juvenil, conquistó a las cámaras y al público presente en el estudio, dejando en claro que su futuro en la música sería prometedor.