Quién es El Doctor, el gendarme que tendría vínculos directos con el Tren de Aragua en Santiago 1
Un reportaje de T13 reveló las comodidades de los líderes del Tren de Aragua en la cárcel Santiago 1 y expuso el rol de un funcionario de Gendarmería, apodado “el Doctor”, señalado por entregar información clave a la organización criminal.
El lunes 25 de agosto, un minucioso reportaje de T13 detalló los lujos que poseen miembros del Tren de Aragua en la cárcel Santiago 1. En esa misma investigación se revelaron antecedentes sobre “el Doctor”, un gendarme que trabajaría directamente con la banda criminal.
Las imágenes emitidas por el noticiario mostraron el nivel de comodidades que tienen estos reclusos: costosas prendas de ropa y zapatillas de marcas exclusivas, whiskys de alta gama e incluso sistemas eléctricos propios instalados en cada celda. Esto les permitía contar con luz, aun cuando el recinto penitenciario cortara el suministro oficial.
Las sospechas de un vínculo entre funcionarios de Gendarmería y el Tren de Aragua surgieron en abril, cuando un comandante denunció amenazas en su contra: su casa fue baleada y recibió arreglos florales en la puerta como advertencia.
Quién es “el Doctor”, funcionario acusado de coludirse con el Tren de Aragua
El reportaje de Teletrece reveló la identidad y apodo de este gendarme, sindicado como colaborador de la organización criminal venezolana. Lo llaman “el Doctor” porque, según la investigación, recibe ingresos superiores a los de un médico. Su rol sería filtrar información de otros funcionarios y entregarla al grupo liderado por Wilken Rondón, alias “El Caracas”.
“Tiene de apodo ‘Doctor’, porque gana más que un médico. Tiene contacto directo con los internos y sería éste quien habría entregado todos mis datos (...) Me llevó en dos oportunidades a Cauquenes. La primera vez me dijo que tenía unas cajetillas de cigarro en el auto, que se las regalaban los internos, pero como él no fumaba, las vendía (...) La segunda vez que me trajo a Cauquenes en su auto, un Hyundai Santa Fe blanco (en ese tiempo), se subió también una niña que iba saliendo de la visita en la cárcel. Ella no habló nada en todo el viaje y yo sólo lo justo y necesario. Después de esa vez no viajé nunca más con él, a pesar de que me lo ofreció muchas veces”, relató la víctima.
Estas visitas a la casa del denunciante fueron claves para que su “compañero” conociera con exactitud la dirección. Semanas después, se concretaron las amenazas: disparos y hostigamiento en el domicilio del gendarme afectado.
