Con marcas de lujos y un sistema eléctrico exclusivo: así son las celdas VIP del Tren de Aragua en Santiago 1
Un reportaje de T13 expuso las comodidades con las que contaban miembros del Tren de Aragua en la cárcel Santiago 1. Un gendarme detalló los lujos, como tecnología, alcohol de alto valor y ropa de diseñador, además de un sistema eléctrico instalado por los propios internos.
La noche del pasado lunes, T13 emitió un completo reportaje sobre las comodidades e infraestructura tecnológica que posee el Tren de Aragua al interior de la cárcel Santiago 1. El trabajo periodístico expuso la cantidad de lujos de los que disponían estos internos, pese a estar privados de libertad.
Los antecedentes fueron entregados por un funcionario de Gendarmería, quien detalló las condiciones en que vivían estos criminales, comparables —a su juicio— con los privilegios que tuvo Pablo Escobar en la recordada prisión La Catedral.
Objetos de lujo, tecnología inusual en un recinto penitenciario e incluso un sistema eléctrico moderno instalado en las celdas, fueron parte de lo denunciado. Todo esto, según el informante, con la complicidad de algunos funcionarios del penal.
El gendarme también aseguró que un suboficial de la institución habría entregado su dirección personal a miembros del grupo criminal. Días más tarde, su domicilio en Cauquenes fue atacado a balazos, mientras en el interior se encontraba su hermana.
"Tiene de apodo 'Doctor', porque gana más que un médico. Tiene contacto directo con los internos y sería este quien habría entregado todos mis datos", señaló en el reportaje.
Las lujosas celdas VIP del Tren de Aragua
El informante relató que, en abril pasado, participó en un allanamiento en el módulo 1, donde se incautaron diversos artículos prohibidos como drogas, una cocina digital y una botella de whisky avaluada en $250.000.
“Varias de las celdas tenían lujos, cosas que no están permitidas en los recintos. La ropa de algunas de las celdas eran solo marcas de lujo: Gucci, Versace, zapatillas Jordan”, complementó.
Además, describió que en las celdas había cortinas que cubrían los barrotes, alfombras, difusores de aromas e incluso un aparato conocido como el astronauta, que proyectaba luces y sonidos ambientales.
Por último, reveló que los internos contaban con un sistema eléctrico propio, implementado por ellos mismos, lo que les permitía disponer de luz de manera autónoma, incluso cuando Gendarmería cortaba el suministro oficial.
