Casi 10 años de matrimonio llevan estos actores, quienes se conocieron mientras grababan una teleserie en el norte del país.

Es una de las parejas más estables del mundo actoral en Chile. Casados en 2009, Cristián Campos (Miguel en “Soltera otra vez”) y María José Prieto tienen una bella familia, en la cual destaca su hija, Julieta, de 8 años de edad.

Por primera vez en toda su historia, que suma 18 años, esta pareja dio una entrevista a la última edición de la revista “Caras”, donde los actores hablan de cómo surgió el amor entre ellos luego de conocerse por trabajo a mediados del 2000.

En términos concretos, Campos y Prieto se conocieron durante las grabaciones de la teleserie “Corazón Pirata”, producción emitida en 2001 y que se desarrolló principalmente en Las Tacas, Región de Coquimbo.

“Probablemente la peor teleserie que hayamos hecho en nuestra vida (…) Pero la moraleja es interesante: hasta de los mayores fracasos puede salir algo bueno”, reveló el actor a la publicación.

De acuerdo a la revista, Cristián y María José se acercaron en primera instancia cuando el protagonista de producciones como “Marparaíso” y “Cerro Alegre” aceptó ayudar a la joven en su 'entrenamiento" para una audición con el objetivo de sumarse a una obra de teatro

“Aparecía cuando terminaban las grabaciones de la teleserie y después de ensayar rigurosamente sus textos conmigo, en la noche se iba a carretear con la gente joven del elenco. ‘¿Y tú no quieres ir?’, me preguntaba, pero yo estaba raja y me iba a dormir. Por ese entonces yo tenía 43 años, era uno de los viejos del grupo”, indicó.

La celebración del cumpleaños de Lorene Prieto, compañera de elenco, fue la instancia en la que ambos se acercaron definitivamente. “Esa noche ocurrieron varias cosas que nos acercaron. La primera fue que efectivamente los dos pedimos vodka tonic, un trago que al menos en ese tiempo la gente joven no pedía mucho. La segunda fue cuando le dije que bailáramos y a ella le llamó la atención que a este ‘señor grande’ —el eufemismo que usa conmigo— le gustara bailar. Eso transformó lo que hasta entonces era una simple interacción profesional entre compañeros de teleserie en algo más… pecaminoso”, recordó Cristián.

Según Campos, quien prepara con su esposa una obra de teatro llamada “Lecciones de baile”, el hecho de bailar “agregó un complemento que a esta niñita de 23 años le hizo ver que podíamos hacer más cosas juntos. Lo pasamos muy bien esa noche. El baile abrió una llave y pavimentó la relación”.

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