Revolución chilena: Fármaco promete perder peso sin disminuir masa muscular
El compuesto desarrollado por la UC ataca la grasa visceral al inhibir el cortisol a nivel abdominal. Estudios preclínicos muestran una reducción de hasta el 40% de la grasa y la gran ventaja de proteger el tejido muscular.
Un importante avance científico liderado por chilenos está listo para revolucionar el tratamiento global de la obesidad. Se trata de un fármaco desarrollado por un equipo de la Universidad Católica que promete una pérdida de peso con una ventaja inigualable: ataca la grasa sin disminuir la masa muscular. Este desarrollo ha captado la atención internacional, logrando recientemente la concesión de una patente de invención en Estados Unidos, un hito que posiciona a la biotecnología chilena en la primera línea de la lucha contra esta enfermedad.
La clave de este compuesto radica en su precisión. A diferencia de otros tratamientos, que pueden causar una pérdida significativa de músculo, este medicamento ha demostrado en estudios preclínicos ser selectivo: inhibe el cortisol a nivel abdominal, logrando una reducción de hasta el 40% de la grasa visceral y protegiendo el tejido muscular. Este perfil de seguridad y eficacia lo convierte en una alternativa altamente prometedora para millones de personas que buscan una solución duradera a la obesidad y al síndrome metabólico.
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Fármaco chileno promete perder peso sin disminuir masa muscular
El fármaco es el resultado de un proyecto liderado por el doctor Carlos Fardella y su equipo en Thani Biotechnologies, un emprendimiento spin-off de la UC. El desarrollo fue financiado inicialmente por programas nacionales (Fondef y Fondecyt) y, posteriormente, por el Biomedical Research Consortium de Chile (BMRC), una alianza entre la UC y el laboratorio estadounidense Abbott.
¿Cómo funciona? El compuesto actúa como un inhibidor de la enzima 11 Beta Hidroxiesteroide dehidrogenasa tipo 1 (11β-HSD1). Esta enzima es la encargada de convertir la cortisona inactiva en cortisol específicamente en el tejido adiposo del abdomen.
El aumento del cortisol a nivel abdominal incrementa la grasa visceral, lo que a su vez puede generar condiciones como diabetes e hipertensión arterial.
Al inhibir la 11β-HSD1, el fármaco impide la producción de este cortisol abdominal. Esto resulta en una disminución del 20% del peso corporal, del 40% de la grasa visceral y 34% de la grasa subcutánea, y una mejoría en los niveles de glicemia y presión arterial, todo sin el efecto catabólico del cortisol en los músculos.
Adicionalmente, el Dr. Fardella ha señalado un potencial extra: la inhibición de esta misma enzima en el cerebro podría tener efectos positivos en el tratamiento de trastornos cognitivos como el Alzheimer.
¿En qué está actualmente?
El medicamento se diferencia de los tratamientos inyectables actuales (como la Semaglutida) en que su formulación permitirá que se administre de forma oral en humanos.
Actualmente, el equipo está realizando estudios en India para completar la data requerida por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos. Una vez finalizados, el siguiente gran paso será iniciar los estudios clínicos en humanos (Fase I).
La patente en EE. UU. es un logro fundamental que permitirá al equipo externalizar el proyecto y conseguir los recursos e inversionistas necesarios para avanzar rápidamente en las fases de ensayo clínico, acercando este prometedor tratamiento al mercado global.








