Claudio Iturra descubrió atractivo natural: Los Geiser de Barro
En Ruta 5, Claudio Iturra se sorprendió con un destino que no conocía, ubicado a unos 77 kilómetros de San Pedro de Atacama, los increíbles Geiser de Barro.
Este sábado 3 de julio Canal 13 estrenó el cuarto capítulo de la segunda temporada de Ruta 5, espacio en el que el conductor y aventurero chileno, Claudio Iturra, recorre los rincones más interesantes del país.
Esta vez visitó la Región de Antofagasta para descubrir los asombrosos puntos turísticos del altiplano chileno, el que parte en Putre y finaliza en Chañaral, y sin duda que un lugar muy importante del país turísticamente hablando, es San Pedro de Atacama.
Pero Iturra no estaba seguro qué mostrar a los televidentes, pues la idea es enseñar destinos que no conozcan para sorprenderlos, así que decidió dirigirse a un lugar que no sabía que existía hasta hace poco. “Nos vamos a sorprender”, dijo el aventurero.
Junto al equipo de Ruta 5 llegaron hasta los Geiser de Barro, ubicados a 77 kilómetros al noreste del pueblo y cerca de los famosas Geiser del Tatio, actividad termal que abarca 10 kilómetros cuadrados entre fumarolas y manantiales. Este campo geotérmico, según Iturra, cuenta con 80 tipos de geiser y es el más grande del hemisferio sur, además de que los geiser del altiplano representan el 8% de los existentes a nivel mundial.
“Acá hay un fenómeno interesante, la idea es acercarnos de a poco, (...).No en todas partes del mundo uno se puede acercar así a unos geiser”, dijo Iturra a modo de prevención, ya que hay que estar atentos a dónde pisar para no quemarse.
Claudio Iturra: “Nunca había visto algo así”
El conductor de Ruta 5 explicó el proceso de cómo el agua obtiene sales minerales, a raíz de que las aguas de estos geiser contienen altas concentraciones de minerales. Iturra se topó con un pequeño curso de agua, que al tocarla recalcó sentirla tibia.
“Durante las primeras horas de la mañana, antes de amanecer, columnas de vapor envuelven el paisaje. Es el efecto de las bajas temperaturas y los 80 grados de calor de aguas subterráneas que por fallas geológicas llegan a la superficie”, explicó Claudio Iturra.
Con tres fumarolas, el aventurero dijo sentir olor a azufre. “Todo lo que hay abajo es lodo, barro que está hirviendo”, agregó, para luego acercarse a un geiser para que la gente en su casa escuchara el sonido de las aguas debajo de la tierra: “Es como si encendieran la cocina y no prendieran el fuego”.
Finalmente, Iturra pudo ver la plenitud del barro burbujeando.“Es una caldera, es una olla, (...). Nunca había visto algo así”, dijo maravillado con el paisaje.
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