Ignacia Michelson advirtió a Samira que podría perder su Instagram por una triste razón: ella sufrió lo mismo
Nacha aseguró que a la presentadora no la quieren ni en España ni en México, y ella respondió que a la chilena tampoco la estiman en su país.
Lo que se supone iba a ser un momento para pasarlo bien y compartir un bebestible, se transformó en una incómoda situación para los participantes de "Mundos Opuestos". Todo por culpa de una pelea entre Ignacia Michelson y Samira Jalil.
El momento empezó cuando Samira le escondió una lata de cerveza a Evelyn Ortiz, quien se enojó profundamente por el acto. "Son terribles de ladrones", dijo enojada. Al ver su molestia, la argentina-española decidió confesar lo hecho. Con la cara llena de risa, señaló: "¡Se volvió loca! Te estaba bromeando". "Después no alegues que te hue... por 'mano larga'", le lanzó, refiriéndose a las acusaciones que ha hecho Ignacia Michelson sobre un supuesto robo de carteras, ocurrido en una fiesta en México.
La polémica entre Ignacia Michelson y Samira Jalil
Tras este tenso momento, los competidores de los equipos Ares y Espartanos trataron de distender el ambiente con un brindis. Pero Samira, nuevamente, tensó la celebración: "Por recuperar el Instagram de Nacha. ¡Salud!". "No te lo vayan a cerrar a ti también", contraatacó Ignacia, quien, en ese momento, tenía su cuenta en la red social suspendida.
De ahí en adelante, Nacha y Samira comenzaron a alzar sus voces. "Lo tengo blindado. Ya me lo han intentado tumbar muchas veces", dijo Samira. "Me imagino, porque no te quieren ni en España ni en México", lanzó la influencer y DJ chilena. "¡Te han quitado el Instagram, porque la gente te odia!", le gritó Samira, asegurando que a ella el público la ama.
"¡Soy la estrella!", gritó la presentadora. "¿La estrella de qué? Gracias a mí tuviste fama", aseguró Ignacia.
Aburridos de las peleas entre las mujeres, el resto de sus compañeros comenzaron a gritar que pararan el escándalo. Pero Samira hizo caso omiso e insistió que a Ignacia la odia todo Chile. Finalmente, terminó yéndose del lugar y entrando a la casa.









