Quién era Catalina González, la mujer que fue calcinada en San Vicente de Tagua Tagua
La abuela de la víctima entregó detalles del día que desapareció su nieta. El 19 de septiembre del presente año no supieron más de ella.
Los habitantes de San Vicente de Tagua Tagua, ciudad de la región de O'Higgins, se impactaron el pasado jueves 6 de noviembre luego de que autoridades encontraron dos cuerpos en medio de un operativo antidrogas. A 20 días de lo sucedido, se reveló información de uno de los cuerpos calcinados: Catalina González Rojas.
De acuerdo a Reportajes T13, González Rojas era una mujer de 25 años de edad y madre de tres niños de 13, 3 y 2 años. Los dos más pequeños estaban a cargo de la abuela de la víctima, es decir, la bisabuela de los menores.
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La abuela contó que la mujer fallecida era adicta, problema que la llevó a relacionarse con los integrantes de "Los Morochas". ¿Quiénes son "Los Morochas"? El grupo delictual dedicado a los secuestros y que posteriormente torturaría a sus víctimas en el sector donde fueron encontrados los cuerpos calcinados.
La familia habría decidido internar a Catalina González Rojas en septiembre del presente año, pero la decisión no pudo concretarse debido a que no habían cupos disponibles en el centro. Solo unos días después, la mujer desapareció, siendo vista por última vez el 19 de septiembre.
El aviso del secuestro en San Vicente de Tagua Tagua
Cuando se conoció la identidad de la víctima, el pasado viernes 7 de noviembre, se reveló inmediatamente que habría avisado a su familia sobre el secuestro. Ahora, el equipo de Reportajes T13, destapó cómo habría sido aquella llamada.
"Ella la llamaba para contarle todo lo que pasaba dentro de esas casas, cómo la trataban, que no le daban de comer, que le cortaban el pelo, que llevaban gente y la torturaban ahí mismo", habría sido el relato de Catalina, la difunta que fue encontrada calcinada y amarrada de manos y pies en la presunta casa de tortura de San Vicente de Tagua Tagua.
La abuela, quien crio a la fallecida, contó detalles de la desaparición de su nieta: "Mi nieta desapareció el 19 de septiembre de aquí de la casa y ya no supimos nunca más de ella. La pilló con ganas de fumar y quería comprar, yo lo veo así. Quería comprar donde ella sabía que vendían y todo, pero nunca pensé que ella no iba a volver".
"No era una mala persona (Catalina). Para mí, el dolor más grande es que se han hablado cosas que no son ciertas. Para mí es un dolor muy grande esto. Esa publicidad que hicieron sobre ella de la prostitución no me encaja para nada, porque no era así. Yo la crié, yo sé quién era. Por eso pido justicia para ella y que le saquen esa imagen de prostitución que pusieron de ella, porque mi nieta no era así, no lo era", expresó, agregando que no nieta no pertenecía a la banda.
