Revelan de dónde sacó las armas que habría utilizado la doble parricida de Chiguayante
El esposo declaró tres veces ante las autoridades pertinentes. En una de las ocasiones habló sobre los revólveres que tenía en la vivienda donde ocurrió el asesinato.
Una mujer de 64 años de edad habría matado a sus hijos, de 35 y 39 años, el pasado viernes 26 de septiembre en la comuna de Chiguayante, región del Biobío. En la audiencia de formalización se conocieron detalles del origen de las armas que habría utilizado la homicida para asesinar a Marta Pereira Franco y Hugo Pereira Franco.
El dato clave fue revelado por el esposo de la parricida y el padre de las víctimas. Biobío Chile aclaró que Carabineros tomó las declaraciones del sujeto en tres ocasiones distintas.
El 26 de septiembre, día del lamentable hecho, el papá habría llegado a la casa y encontró un revólver encima de la lavadora, además faltaba el auto gris de su hijo, vehículo que usó la acusada para escapar.
"Sobre mi señora puedo decir que nuestros hijos eran sus ojos, eran muy apegados a ella. Y ella resultaba ser aprensiva con ellos. Ella los amaba, siempre ha sido de pocas amigas, pero siempre se ha notado feliz", dijo el hombre en algunas de sus declaraciones.
La tercera declaración del esposo de la mujer que mató a sus hijos en Chiguayante
También contó algunos antecedentes importantes para entender la personalidad de las víctimas. "Mis hijos no tenían grandes problemas, Hugo era un tipo sano, que no iba a fiestas ni bebía alcohol. Tenía un buen pasar, era introvertido, poco comunicativo. Él es profesional, ingeniero civil industrial y tenía un autito. Su trabajo lo realizaba de forma online. Y mi hija Marta, ella tenía una condición de tamaño de estatura baja y sufría de dolores debido a un tratamiento que le hicimos para crecer".
En la tercera y última declaración ante Carabineros, el esposo de la parricida de Chiguayante reveló el origen del revólver que encontró sobre la lavadora y la que habría sido utilizada durante el asesinato. Una fue una herencia del padre de la homicida, mientras que otra arma la compró el hombre a un excompañero de trabajo. Ambas estaban en la vivienda.
"Ambas armas las guardaba mi esposa. No tengo idea en qué lugar, solamente ella lo sabía. Se mantenían con sus respectivas municiones, ignoro la cantidad. En cuanto al manejo o conocimiento de armas, puedo indicar que nunca había visto a M. manipulando ni utilizando uno de los revólveres", precisó.








