Dejó la TV por la religión y el deporte: Así luce Dominique Lattimore a 11 años de Generaciones Cruzadas
La exchica reality que saltó a la fama en el programa de Canal 13 hace más de una década, sorprendió a sus seguidores al revelar su profunda transformación espiritual. Alejada por completo de los eventos y la farándula, Lattimore se dedica hoy a compartir su fe y a practicar el surfskate como una disciplina de vida.
Dominique Lattimore se convirtió en un rostro conocido para el público chileno a raíz de su participación en el reality show de Canal 13, "Generaciones Cruzadas" (2014), consolidando su carrera en el mundo de la farándula y los eventos. Sin embargo, a más de una década de su irrupción en la televisión, su vida ha experimentado una transformación radical que la alejó por completo de los sets y las polémicas mediáticas. La figura que antes aparecía en portadas y programas de espectáculos es ahora una mujer completamente distinta, con un enfoque y una misión de vida que pocos esperaban.
Hoy, la exchica reality de 39 años ha volcado su existencia hacia dos pilares fundamentales: la fe y el deporte. Su reaparición pública a través de redes sociales no tiene como objetivo la promoción personal o el regreso a la televisión, sino entregar un potente testimonio de su cambio espiritual y mostrar su dedicación al surfskate, una disciplina que se ha convertido en su vía de escape y bienestar. Con un look renovado y una paz evidente, Dominique Lattimore se ha convertido en el ejemplo de que las transformaciones profundas son posibles.
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El presente de Dominique Lattimore a 11 años de Generaciones Cruzadas
El cambio más profundo y notorio en la vida de Dominique Lattimore es su compromiso absoluto con la religión y la fe. Ella ha narrado públicamente que su decisión de alejarse del mundo de la farándula fue impulsada por una necesidad de sanar y encontrar un propósito mayor.
- Enfoque Espiritual: Lattimore ha dejado claro que su prioridad es su relación con Dios, utilizando sus plataformas en redes sociales (como Instagram) no para promocionarse, sino para compartir mensajes de fe, gratitud y reflexión personal.
- Motivación en Redes: En lugar de fotos de eventos o colaboraciones comerciales típicas del mundo de los influencers, sus publicaciones están centradas en versículos, citas religiosas y testimonios sobre la ayuda que ha encontrado en su fe.
- Distanciamiento de lo mediático: Su vida actual contrasta fuertemente con su pasado mediático. Ella ha manifestado sentirse transformada y completamente ajena al tipo de conflictos o exposiciones que caracterizan a los realities, buscando paz y un perfil bajo.
Además de la fe, el deporte se ha convertido en el segundo pilar fundamental de su nueva vida. Lattimore ha encontrado en una disciplina específica no solo ejercicio físico, sino también un poderoso escape mental y espiritual. Específicamente, Dominique se dedica al surfskate, una modalidad de skateboarding que simula el movimiento y el flow del surf en el asfalto.
Lejos de considerarlo un simple pasatiempo, ella lo ha adoptado como una disciplina seria; ha compartido videos y fotos practicando en diversos lugares, mostrando su destreza y el tiempo que invierte en mejorar su técnica. De hecho, ha destacado que el surfskate le proporciona importantes beneficios tanto físicos como mentales, actuando como una terapia activa que la ayuda a mantenerse enfocada, en calma y conectada con el presente, dejándola completamente alejada del estrés y la vorágine que experimentó en su vida anterior.









