Ante visita de Pablo Canaliza: Matías Vega se quebró al recordar a su fallecido padre

“Yo sé que hoy día estaría orgulloso (...) Me apoya y me ayuda bastante", fueron partes de las palabras del panelista de "¡Hay que decirlo!".

Las fiestas de fin de año suelen traer alegría, reuniones y nostalgia. Esa mezcla de emociones se hizo presente en el más reciente capítulo de "¡Hay que decirlo!", cuando Matías Vega se conmovió al recordar a su fallecido padre, momento que surgió tras la visita del médium Pablo Canaliza al programa.

Todo ocurrió mientras el invitado se comunicaba con familiares de algunos televidentes que participaban en el espacio. La sensibilidad del tema tocó de inmediato al panelista, quien abrió su corazón en pantalla.

La emoción de Matías Vega

“Gracias a Graciela y a las personas que se han tratado de comunicar con nosotros, que son miles y miles. No les podemos dar la oportunidad a todos, pero qué regalo más lindo está haciendo el programa al traer a Pablo acá, sobre todo en estas fechas que se viene Navidad; es súper difícil”, comenzó diciendo Vega.

“Yo, en mi caso, se me fue mi padre, entonces todas estas fechas a uno lo hacen recordar los momentos buenos, lindos (...). Mi papá se me fue muy joven, entonces hoy día pienso y me imagino cómo sería una Navidad con él; quizás estaríamos tomando una cerveza, hablando de mi madurez, compartiendo mis sueños”, añadió visiblemente emocionado.

En ese sentido, el panelista agradeció la presencia del médium y destacó el impacto que sus mensajes podían tener en quienes cargan pérdidas recientes.

“Entonces, a mí me sorprende y te agradezco, Pablo, porque tu mensaje es algo que está esperando la gente. Yo escucho hoy día a Graciela, por ejemplo, o al primer llamado que tuvimos, Carolina; y tú les dices pequeñas cosas, y es esperanzador saber que el niño que falleció estuvo de cumpleaños ayer”, expresó.

“Yo me imagino cómo debe ser, quizás terrible para esa familia, pero quizás ese pequeño mensaje debe ser un bálsamo, sobre todo en estas fiestas donde todos extrañamos a alguien y queremos estar con esa persona”, dijo.

Vega profundizó en cómo estos momentos pueden remecer a quienes han sufrido pérdidas repentinas: “Yo siento que hay un montón de personas que se van escribiéndole un mensaje a otra persona: ‘Oye, nos juntamos mañana’, ‘Nos vemos la próxima semana’, ‘Nos vamos a ir a la playa’, ‘Un café la próxima semana’… Y después llegas en la noche y te enteras, quizás por redes sociales o por alguien, que esa persona ya no está más en la vida. Y es terrible y triste”.

Posteriormente, reflexionó sobre lo que realmente queda en la memoria familiar: “Más que un regalo, los jóvenes se preocupan mucho de lo que pueden recibir, pero finalmente de lo que uno se acuerda de las navidades es cuando el viejito pascuero quiso entrar y se cayó, cuando un regalo no funcionó, cuando se quemó la carne y todos nos reímos. Y chuta, qué rico sería que se queme la carne de nuevo”, dijo entre risas.

“Yo me acuerdo y digo: ‘Chuta que lo pasamos bien’, y fue un bonito recuerdo para mí”.

El importante apoyo de su padre

Matías también recordó a su padre durante sus inicios en la televisión y en el baile, conectando esa memoria con la experiencia de su compañero Willy.

“Yo conocí a Willy con su padre y yo lo veía. Yo, en ese momento, ya estaba con mi padre, pero mi padre me acompañaba al igual que el de Willy. Yo venía acá a los 15 años, de Canal a Música Libre, y me acompañaba sábado y domingo con la Millaray. Grabábamos todo porque estábamos en el colegio todavía. Mi papá estaba acá desde las 7 de la mañana y se iba conmigo a las 11 de la noche”, relató.

“Me acompañaba a la radio todas las tardes. Entonces yo muchas veces me emocionaba porque el papá de Willy se la jugaba con todo, al igual que lo hacía mi papá. A mí me hubiese gustado también que mi papá me siguiera acompañando…”.

La foto que lo devolvió a los 15 años

Más tarde, la producción mostró una fotografía del joven Matías junto a su progenitor, tomada en la ex Fábrica, donde funcionaba la escuela de danza Hugo Urrutia.

“Ahí tenía 15 años, y mi papá me iba a dejar todos los días, me iba a buscar e iba a dejar a todos mis compañeros”, recordó con evidente emoción.

“Yo sé que hoy día estaría orgulloso, yo lo siento. Antes de salir a algún lugar yo hablo con él, estoy convencido de eso. Me apoya y me ayuda bastante. Tres años después de esa foto se fue así, súper fulminante. Le dieron tres meses de vida; duró diez y se fue ahí, a mi lado”, relató.

“Eso fue lo más gratificante que yo pude ver cuando estaba y cuando no estaba. Pero cuando no estaba, estaba allá, en todos los lugares y para siempre. Y eso fue revelador en la muerte”, cerró.