Road to primavera cumplió su promesa
Con un clima estival y un ambiente festivo se realizó la primera experiencia del Festival Primavera Sound Santiago, “Road to primavera”, que trajo a verdaderas leyendas del Rock independiente a nuestro país.
Este festival que nació en Barcelona el 2001 y que se destaca por su curatoría, que va más allá de las ventas, logró reunir a más de 8 mil personas en el Movistar Arena. El público disfrutó de una tarde relajada y por sobre todo de una experiencia musical de gran nivel con un cartel sólido y variado.
La tarde comenzó con el debut de “Niños del cerro” en festivales de mayor envergadura, quienes acaban de lanzar su tercer disco llamado “Suave pendiente” trabajo sólido y más maduro que los posiciona como una de las bandas independientes con más proyección del país.
Luego fue el turno de “Cat Power”, cantante y compositora estadounidense, con una larga trayectoria en el folk alternativo, quien cautivó con sus canciones sencillas pero a la vez potentes como: The Moon, Metal heart, The greatest, entre otras, creando un ambiente de mucha conexión y complicidad.
Pero la noche nos tenía preparada una sorpresa. Se trataba de la potencia y electricidad de Jack White, el multiinstrumentista, productor y actor estadounidense, conocido por haber sido el guitarrista y cantante de la banda de rock “The White Stripes”, quien en 2012 lanzó su carrera como solista y en este evento deslumbró a todos los presentes. Su energía traspasó al público quienes corearon, saltaron y gozaron canciones como “Steady, As she goes”, que es parte de su proyecto The Raconteurs y clásicos como “Black math” y "We’re Going to be friends". Sin duda, su estilo, elegancia y performance sedujo a todos los asistentes.
Y para coronar la noche fue el turno de Pixies, banda emblemática del rock alternativo norteamericano, que convocó a fanáticos de diversas edades, demostrando su vigencia y relevancia. Sus canciones son parte de la historia del rock como “Where is my mind'' y “Here comes your man".
El público agradeció la jornada, tanto por su puntualidad como por la fidelidad del sonido y por supuesto por traer a un cartel jugado, actual y con un sello inconfundible.



