Publicidad
Noticias

Rodrigo Muñoz se sincera sobre su matrimonio con Claudia Pérez: "Sí funcionó"

Compartir

El actor nacional, conocido por su simpatía y talento, se sinceró sobre su vida amorosa, su rol de abuelo y los proyectos que hoy lo tienen más activo que nunca.

Publicidad

Con más de dos décadas en la televisión chilena, Rodrigo Muñoz ha demostrado ser un artista versátil: actor, guionista, director y escritor. Ha pasado por el teatro, el cine y las teleseries, siempre con una energía creativa inagotable.

En conversación con Alfombra Roja, el actor -recordado por producciones como Separados, Tranquilo Papá y Montecristo- repasó su trayectoria, habló del legado de Héctor Noguera, adelantó sus nuevos proyectos y, por supuesto, se refirió al buen momento que vive en lo personal.

Una repaso por la carrera de Rodrigo Muñoz

Entre risas y anécdotas, Rodrigo confesó en AR que le encantaría interpretar un villano “malo, malo, pero con humor”, además reveló cómo convive con la dislexia -que no le ha impedido escribir más de 20 obras de teatro y varias películas-.

- Rodrigo, muchos te conocen por tus papeles en teleseries. También has hecho teatro, también has hecho cine. ¿Cómo llevas este salto entre distintos formatos?

- Bueno, los actores generalmente no elegimos mucho qué hacer. Como que nos llaman a hacer cosas. Ahora, yo soy un actor que desde que empecé en la Escuela de Teatro de la Católica, empecé a escribir mis propias obras, mis propios guiones.

Entonces, por eso yo creo que hago de todo. Yo escribo, dirijo, actúo, vendo las entradas, hago todo. Porque comprar una obra de teatro costaba 5.000 dólares y yo era chico. Entonces, empecé a escribir mis propias obras, después me llamaron a escribir teleseries, después escribí cine. Y ahí me hacía mis papeles dentro de los distintos tipos de arte, digamos.

- ¿Existe algún rol que te encantaría interpretar y que no hayas interpretado o ya lo hiciste todo?

Lee también: Destacado actor firmó sus papeles de divorcio tras más de 20 años juntos: planea casarse pronto

- No, me gustaría de alguna vez hacer un malo. Un malo, malo, malo. Me encantaría.

Porque a lo mejor lo que pasa es que me encasillan un poco, me llaman a hacer personajes divertidos, pero yo soy malo.

Me gustaría hacer de malo, pero puede ser un malo gracioso también. He visto malos graciosos en el cine que me encantan, así que eso me gustaría hacer.

- ¿y este personaje malo tiene alguna psicología, alguna característica física que quizás hayas imaginado o todavía no?

- O sea, si nosotros pensamos un poco en lo que hace Jack Nicholson, que hacía El Resplandor, que a uno le daba miedo, le daba terror, pero igual era simpático, o cuando hacía El Guasón también era simpático. Yo creo que por ahí es como que siempre ponen al malo como un estereotipo del serio, enojado, y no necesariamente. El malo también puede ser un tipo bueno para la talla y todo, y que tiene su lado B, que es muy interesante eso.

- Hablando de este lado B, que tú igual ya nos adelantaste, de que siempre te llaman para hacer personajes más con un tono humorístico, el personaje tierno, tú incluso en una entrevista dijiste que tú no te consideras para interpretar a un galán.

- No, galán no, yo a un galán no creo, porque tienen cierto estereotipo el galán. Aunque en realidad a mí siempre me fue bien en la escuela con las pololas, como que tenía hartas pololas, no sé, como que no me costó encontrar pareja, por ejemplo. Estuve casado 30 años y ahora tengo otra polola también, muy bonita, casi una modelo, y tampoco me la entiendo muy bien, pero yo creo que es porque uno es divertido, o es simpático, no sé, eso.

- ¿Sientes que en el mundo aquí de la actuación a veces encasillan? Si te encuentran simpático y eres bueno para la talla, ¿tus personajes van a Pululan siempre en ese mundo?

- Sí, ahora a mí me pasa que no soy tan bueno para la talla, no soy bueno para los chistes ni eso, sino que cuando me toca interpretar a un personaje, busco cosas graciosas en el personaje, pero me ponía contra el chiste y soy nulo, no le veo nada.

- ¿Pero cómo? Si desde que llegaste acá nos mantienes riéndonos.

- Sí, pero con anécdotas, con historias, pero los chistes, viste que los chistes tienen una estructura, yo respeto mucho a la gente que hace humor, porque tiene una estructura de tú planteas el chiste, después viene el conflicto y después el remate final, que es el chiste, y yo siempre he sido malo para contar chistes, sin embargo para contar historias, eso me gusta, como que desde chico escuchaba las historias de mi mamá, después yo empecé a contar historias en mi barrio, y después empecé a contar historias en la televisión, escribir historias,

Yo escribí teleseries, escribí obras de teatro y escribí películas, de hecho la película chilena más vista en Netflix la escribí yo, se llama Papá al rescate, y ahora estoy escribiendo otra que se llama Un conejo suelto en Nueva York, escribí una película para México también que la acabo de terminar.

- ¿Y esas cuándo las vamos a ver?

- La de México depende de ellos, de los mexicanos, yo la envié, ahora falta que la hagan, y Un conejo suelto en Nueva York yo creo que el próximo año.

- ¿Y esas de carácter más infantil? Yo lo digo por el título del conejo.

- No, lo que pasa es que había una serie de películas en los años 80, 90, que se llamaba Un loco suelto en Nueva York, eran como títulos típicos de los años 80, 90, y esta está inspirada en el conejo que vende maní en Nueva York, que es un tipo que es un emprendedor y que se hizo millonario vendiendo maní, que es rarísimo, entonces tomamos esa anécdota y la ficcionamos y ya fuimos a filmar a Nueva York, filmamos junto a Renato Munzer, Andrés Pozo, también está Jorge Zabaleta, está Benjamin Picuña, bueno, mis amigos, trabajo con mis amigos.

- ¿Y ya tiene fecha próxima o todavía están ahí trabajando?

- Todavía nos falta filmar lo de Chile y después ya ahí tendríamos fecha.

- Quiero llevarte un poquito hacia el pasado, hacia el 98, porque estuvimos indagando y participaste en Teatro en Canal 13, aquí tengo mi ayuda, el aprendiz de Drácula.

- Sí, me acuerdo.

- ¿Cómo recuerdas eso?

- Sí, ahí dirigía a Tomás Vidiella y yo estaba chico, estaba recién regresado yo creo, y estaba junto a puros actores conocidos y yo estaba como medio tímido, yo me acuerdo que lo pasé bien pero estaba tímido.

- Pero en sí Teatro en Canal 13 tenía también su carácter de humor, entonces igual...

- Sí, no, sí, igual me acuerdo que dentro de lo tímido hice reír al público, es que los actores con público igual nos prendemos un poco, o sea, cuando estamos quizás solos somos más serios, pero cuando tú escuchas una risa, algo pasa dentro de uno que uno despierta.

- O sea, ¿te gusta también ese formato de teatro?

- Sí, me gusta, me gusta hacer reír, me gusta el teatro en televisión. Creo que se ha perdido, debería darse de nuevo, fíjate que en pandemia se hizo un experimento de hacer teatro en televisión y le fue súper bien.

- Entonces, ¿sientes que igual falta que vuelvan esos espacios ahora que se está abriendo más el contenido?

- Sería maravilloso, genial, genial, hacer obra de teatro y además que por un lado entregan cultura a la gente y además entretención.

- Mira, ahora vamos a pasar a tu rol debut, perdón, en la teleserie Buen Partido, como Gallardo en el 2002.

- Fue mi primera teleserie, claro, mi primera teleserie. Me acuerdo que lo pasé muy bien, muy bien, muy bien. Ah, mira, ahí me pasó algo bien particular porque yo hacía un guardalínea y una vez estábamos filmando o grabando en el estadio, un estadio lleno de gente y hay que esperar mucho entre una escena y otra.

Entonces me dijeron, ¿por qué no entretienes al público un ratito? Me puse a jugar con estos banderines de los guardalínea y tenía todo el público riendo. Era un guardalinia que sacaba una tarjeta roja y se le caía el palo o la tarjeta.

Fue bonito porque hice reír como a, no sé, 200, 300 personas que estaban en el tiro de cámara y en el estadio al aire libre, sin libretos, sin nada. Entonces tengo una bonita experiencia de eso, muy entretenida.

- Me da la impresión que te gusta improvisar un poco.

- Me gusta improvisar, sí. En general en las obras yo improviso harto, mis compañeros sufren un poco, pero finalmente les doy el pie. Pie es lo que tienes que decirle para que sigan.

Claro, improviso entre medio, pero al final les doy el pie.

- ¿Cómo puedes recordar? Me refiero a, estás en una obra, empiezas este momento que el furor te está ganando, empiezas a improvisar y ¿cómo logras recordar el pie que viene para tu compañero?

- Bueno, es que existen varias técnicas que uno aprende en la universidad para hacer teatro. Existe la memoria física, que significa dónde estoy ubicado, yo sé que estoy acá en este set, por lo tanto tengo que hablar de ciertas cosas que me preguntan en el set. Después existe la memoria emotiva, que yo me acuerdo de algo que me hace sentir una emoción y me acuerdo del texto.

Y existe la memoria relacional, que es según lo que tú dices yo te voy a contestar. Aunque no sepa mucho mi texto, pero si tú me dices algo, yo tengo que contestarte coherentemente. Esos son los tipos de memoria que uno practica.

Yo ocupo más esa, más que la emotiva, que si tú haces un personaje muy triste te vas con ese peso a tu casa. Entonces eso ya no se ocupa mucho.

- ¿Y eso te lo pasaron en la universidad?

- Sí, en la universidad. Yo estudié en la Universidad Católica. Mis primeros trabajos fueron acá en Canal 13, en Teleduc, que le decíamos Teleluca, que era la forma en que los estudiantes ganaban plata en esa época.

Y es divertido porque me tocó ser, por ejemplo, alumno de un compañero mío que yo trabajo ahora codo a codo con él haciendo teatro y haciendo cine, pero en esa época era un poquito mayor y cuando eres más chico se nota más la diferencia. Entonces yo era alumno de él. Entonces le decía tío a Renato Muster y ahora me dice pensar que me decía tío.

Entonces es muy gracioso.

Lee también: Rodrigo Muñoz acusó a actriz chilena por supuesto abuso en escena de sexo: “Quedé shockeado”

- ¿Y qué ramo te costó en la Universidad?

- Yo soy disléxico. Entonces los ramos de escritura me cuestan muchísimo. Entonces lo que hacía era, o cuando hacía audiciones también, me costaba porque me costaba leer lo que estaba diciendo.

Ahora ya la gente se acostumbró, o sea, los productores se acostumbraron. Entonces me llaman a una teleserie y saben que yo soy disléxico. Entonces me mandan el texto antes, yo me lo aprendo, lo repaso y después llego a leerlo.

Pero cuando me lo pasan por primera vez, es jodido. Se me dan vueltas las letras, escribo los números al revés. Pero igual así he escrito 5 teleseries, he escrito 20 obras de teatro, he escrito 3 películas.

- ¿No te impide?

- No, no, porque se desarrollan otras partes de tu cerebro. Como la creatividad, por ejemplo. Yo cuando me acuerdo estaba enamorado de una niña en la universidad y no sabía cómo escribirle una carta, le dejaba una florcita, una piedrecita.

O sea, como que me la ingeniaba para no tener que escribir.

El legado de Héctor Noguera

- Volviendo a tu etapa en la universidad, nos contaste que Héctor Noguera fue tu profesor. ¿Cómo tomaste tú también la noticia?

- Sí, pues trabajamos hartos juntos. Además que él me dio mi primer personaje serio en teatro. Porque siempre me llaman para comedia, comedia. Y él me llamó para hacer un español que mataba a muchos indios y que era un malvado. Pero no resultó porque la gente se reía cada vez que yo hablaba, era una cosa muy extraña. Pero lo pasamos muy bien.

Yo lo quería muchísimo a Tito. Me regaló mi perrito Paul Newman cuando yo estaba en la escuela. Y siempre fue un tipo cariñoso.

Era de los profesores que yo tuve el más cariñoso, creo yo.

Es una leyenda, una leyenda del teatro, de la televisión. Hacía fotonovelas también, hacía cine. Siempre me decía, cada vez que hago cine me quedan teniendo plata. Siempre me decía lo mismo.

- ¿Y qué legado sientes que dejó Héctor?

- Aparte de todo lo que hizo, que hizo muchísimas cosas, yo creo que el legado más importante, por lo menos para mí, es que era un tipo que te enseñaba el oficio del actor. Él hacía de todo, hacía comedia, hacía drama, hacía poesía, hacía videoclip, también hizo videoclip. ¿Sí?

O sea, un tipo que era muy, muy transversal. Además, trabajaba con mucha gente, distinto tipo de gente. No era prejuicioso. Era muy especial. Yo creo que uno de los actores más completos que hemos tenido. Además, tan cariñoso.

- De los Chancho en Piedra

- Claro, sí fue. Si me acuerdo yo de ese video. No, genial, genial. Voy a emular lo que hace él. Y ahora voy a hacer un videoclip con un cantante urbano.

- ¿Con quién?

- Yandel, creo que se llama. Así que entretenido.

Próximos trabajos de Rodrigo Muñoz

- Te estamos viendo ya en diferentes facetas. Luego, ¿después en qué más te podemos ver?

- Bueno, cine, en divorciados. Estoy haciendo una obra que se llama Divorciados, que vamos a estar en el Teatro Mori Vitacura, que nace un poco de la experiencia de mi divorcio. Me divorcé hace poco. Y así que, pero con humor. Está todo hecho con humor. Todo con humor. Sí, sin ninguna rabia.

- En el área digital, ¿te has animado a subir TikTok? ¿O todavía no?

 - Poco. Porque hay que tener tiempo, hay que hacerlo bien.

- Así como Pancho Melo.

- Claro. Ellos suben harto. No, yo tengo como 106,000 seguidores. Lo que yo trato de hacer es más pasar información de mi obra de teatro, de mi cine, de mis películas. Lo uso más para eso, digamos.

- ¿Y cuál es tu emoji que siempre mandas? Tu favorito.

- El corazón. Hay uno grande que se mueve así, que es muy bonito. Hay uno dorado también, que es súper bonito. Uno dorado que también palpita.

- ¿Y en qué situaciones mandas el corazón?

- A mis hijas, generalmente. 

- ¿Y a tu novia?

- Sí, a mi novia. No, y lo otro que uso harto es el de la cámara de cine siempre está.

-Para terminar este momento Icebreaker, quiero hacerte una pregunta que es un versus. ¿streaming o las salas?

- Las salas. Por siempre. Creo que es bonito el rito de estar frente a un espectáculo en una sala. Todo eso que ocurre antes, que se apaga la luz. Toda esa emoción hace que sea...

A mí me enseñaron en la universidad que existían medios tibios y medios fríos. Que los medios fríos son los streaming, la televisión. Pero últimamente se han transformado en medios tibios también.

Porque son tan cercanos a la gente, los usa tanto, que ahora no hay diferencia, son todos tibios. Pero, sin embargo, el teatro o el cine tienen algo que te encierra en un momento especial donde tú solo estás dedicado a eso.

- Pasando a tu vida personal, pero mezclandolo un poquito con la actuación. Porque la industria chilena ha estado pasando por cambios en la industria chilena de la televisión. ¿Cómo ves ahora con la irrupción de las teleseries verticales?

- Me parece genial que se hagan teleseries verticales y que se empiecen a hacer todo tipo de presentaciones audiovisuales en televisión. Investigar en eso. Hablábamos hace un rato de hacer teatro en televisión.

Creo que es súper importante porque no se ha hecho durante años. O sea, habrá un solo canal que hace teleserie. El 3 ha intentado algunas veces, pero TVN, por ejemplo, nada, no hace nada.

Hace 15 años que no hace nada, pero nada, nada, nada, nada. Entonces, encuentro falta de creatividad o falta de interés. No sé lo que ocurre ahí, pero es muy raro. A mí me pasan un espacio y hago maravillas. Entonces, encuentro muy raro que no se haga nada.

Lee también: Rodrigo Muñoz presentó oficialmente a pareja 20 años menor: "Me enamoré"

- Rodrigo, ¿te ves protagonizando, quizás participando en alguna mini telenovela?

- Me llamaron hace poco para una, para hacer un personaje. No sé todavía si me alcanzan los tiempos porque estoy metido en otra cosa, en una película. Pero si lo puedo hacer, lo voy a hacer, claro.

- ¿Se puede decir qué mini novela te llamaron? 

- No me acuerdo muy bien el nombre. Me mandaron todo el guión y qué sé yo. Y lo encontré muy particular. Y hay varios actores chilenos. Así que yo creo que está buena.

- ¿Sientes que hay una diferencia al momento de grabar estas mini novelas? Porque al final la cámara no termina siendo vertical, sino que pasa a ser... No, es horizontal y pasa a ser vertical.

- Encuentro que no hay ninguna diferencia. Tú cuando te concentras y te metes en un personaje o en una situación, no hay ninguna diferencia ni en el teatro, ni en el cine. Los tiempos, puede ser que la transición vertical a lo mejor estuvo más rápido, puede ser eso.

- ¿Y qué sientes con estas opiniones que dicen que a veces las mini novelas dan un poquito de cringe, porque es muy sobreactuado?

- Bueno, todo al principio da cringe. Acuérdate que cuando hacíamos cosas, cuando empezaron recién los live y todo eso, la gente decía, ay, qué cringe, no sé, que cuenta sus cosas. Y ahora es totalmente normal.

Todo lo nuevo al principio tiene un rechazo, pero si se hace bien, perdura en el tiempo.

- Me quedó como una duda aquí dando vuelta, cuando hablaste del humor. Nosotros sabemos que participaste en el Festival del Huaso de Olmué. ¿Volverías a intentar el stand-up?

- Sí, ahora voy a hacer un stand-up. Voy a hacer un stand-up el 7 de noviembre, tengo un stand-up aquí en el Casa Comedia. Pero un poco porque quise probar, porque un amigo, Rodrigo González, el dueño del lugar, me invitó y todo.

Pero a mí lo que me pasa con el stand-up, que es un camino muy solitario. Yo hice stand-up por todo Chile y era súper solitario, así como esperando. Estaba tocando Tijemana y después me tocaba a mí, pero solo.

Entonces, es un camino solitario. A mí me gusta más lo colectivo, estar con amigos, conversar en el camarín. Me gusta más eso.

- Y en esta colectividad que tanto te gusta, ¿cuál es el recuerdo que más atesoras de alguna grabación, de alguna actuación?

- Bueno, había una teleserie que se llamaba Separados y que estábamos con puros amigos. Estaban Rudolfi, Larraín, Zabaleta, Velasco y yo haciendo un asado. Y de repente dicen, corten, corten. Y los actores se quedan comiendo asado y pasamos toda la tarde comiendo asado. Y ahí terminó la grabación. Muy entretenido el recuerdo.

- Rodrigo, y por el otro lado, ¿algún mal recuerdo que hayas tenido, alguna mala experiencia?

- Bueno, a mí me parece súper bueno lo que ocurrió en la televisión, cómo ha cambiado la televisión. Porque cuando yo entré, era muy chico, estaba en la escuela de teatro y me llamaban a hacer algunos personajes chiquititos en algunas teleseries. Había mucho maltrato antes, de parte de los productores, de los directores.

Habían gritos, había gente que tiraba las cosas lejos. Eso ha cambiado muchísimo y me parece maravilloso que sea de esa manera.

¿Cómo vive el corazón de Rodrigo Muñoz?

- En tu plano personal, estuviste casado por 32 años con Claudia Pérez y hace algunos días atrás revelaste que ya habías firmado el divorcio. Pero, también dijiste que no descartabas quizás la oportunidad de casarte de nuevo.

- Sí, es algo que no me da susto para nada, ya lo viví. Y en realidad mi matrimonio, estoy pensando queUhh ultó. Porque el matrimonio se inventó cuando la gente vivía 50 años.

Entonces yo, imagínate, duré 32. O sea, me quedaron debiendo (risas). Sí, funcionó. Simplemente que la gente va cambiando, uno va cambiando, uno tiene distintos gustos, después con el tiempo le gustan distintas cosas y ahí uno se va separando, pero ni una mala onda ni nada.

- ¿Y cómo está tu relación actual con tu pareja?

- Bien, con mi pareja bien, feliz, y con mi ex feliz y con mis hijas felices.

- ¿Y cómo la ves a ella? ¿Qué es lo que le gusta?

- Feliz, nos llevamos bien, todo bien, muy divertida, muy amable, muy cariñosa.

- ¿Y qué hace ella?

- Ella es comerciante, empresaria, pero ahora está dedicada a hacer muchas cosas más artísticas también.

- Se le ha ido pegando tu faceta artistica.

- Sí, estamos muy felices, así que todo bien. Yo sé qué decir todo bien, no es mucha noticia, porque la otra vez me hicieron, para un programa se me acercaron y dije estoy feliz, estoy feliz, y me dijeron que fue y se fueron. Pero es la verdad, sí, estoy muy contento.

- Rodrigo, ¿y cómo es tener una relación con una persona más joven que igual, bueno, generalmente se le critica más a las mujeres, pero ¿tú cómo lo ves? Porque igual están en diferentes etapas de la vida.

- Sí, pero yo creo que depende de cada persona, porque depende de tus vivencias. Igual yo soy bien alegre, me gusta reírme todo el día, entonces tampoco es una cosa muy intensa. Entonces yo creo que eso tiene que ver con que me puedo llevar bien con mucha gente.

- Rodrigo, en una entrevista indicaste que tu pareja llegó en un momento en el que tú no te encontrabas bien, era un momento difícil. ¿Qué papel jugó ella? ¿Cómo fue que te ayudó?

- Todas las separaciones son difíciles. Independiente que tú te lleves bien con tu pareja o con tu expareja, el momento de empezar una nueva vida siempre es complicado. Entonces, más que nada era eso, era como que yo tenía que vivir una vida distinta, pero no había mayores conflictos de pelea ni mucho menos, al contrario.

O sea, yo tengo súper buena onda y con mis hijas también. En general es como que una vida amable.

Ella llegó en un momento en que yo estaba haciendo este cambio y me acompañó en el cambio y siguió conmigo en el cambio hasta ahora.

- ¿Y tus hijas tienen buena relación con ella?

- Sí, súper bien. Son partners, hasta ahora es todo muy entretenido.

- ¿Cómo es Rodrigo Muñoz como abuelo?

- ¡Ah, me encanta mi nieta! Mi nieta me encanta, la Violeta es exquisita. Me dice Lolo, como de Rorro pasó a Lolo. Y así que excelente sobrenombre que me puso.

Y la veo una vez a la semana por lo menos, salgo con ella. Nuestra comida favorita son las papas fritas. Y jugamos al pillarse, jugamos a la escondida. Lo pasamos súper bien.

- Nos gustaría saber, ¿Rodrigo es un abuelo malcriador? ¿Un abuelo chocho o un abuelo más estricto?

- Totalmente malcriador, totalmente. O sea, quiere helado, helado. Quiere papas fritas, papas fritas. No quiere más helado, no quiere más helado. Me lo como yo. Me hace engordar.

- Además, supimos hace poquito que volverás a ser abuelo. Felicidades. ¿Y cómo tomaste esta noticia?

- Genial. Feliz, feliz, feliz. Me encantan los niños. Entonces, de hecho, cuando mis hijas crecieron, me da una pena porque yo, ¡ay! Yo pasaba tan bien con ellas cuando chiquititas. Lo que más me gustaba era bañarme con ellas en la tina, o en la piscina, o en el lago.

Nosotros vamos al sur a Coñaripe. Ahí es nuestro lugar de vacaciones. Y jugar en el lago era lo mejor cuando eran chicos. Entonces, yo inventaba distintos juegos en el lago con una pelota. Hacíamos distintos juegos de quién saltaba más lejos a agarrar una pelota, quién nadaba hasta la boya.

- ¿Cómo recibiste este anuncio?

- Genial. Me encanta, me encanta, me encanta. Además que veo que están felices ellos también y eso me hace sentir muy bien. Con mi hija yo me veo rebien. Trabajamos juntos en la película Papá, al rescate. Nos fuimos juntos a Argentina.

Entonces, tenemos una linda relación de, no solo de trabajo, sino que de amistad también.

- ¿Qué te gustaría que fuera?, porque ya tienes a Violeta.

- Me encantaría que fuera hombre. Pero da lo mismo, lo que sea.

Que llegue sanito.

- Sí,es lo importante. La Violeta. Bueno, en esta etapa justamente hay que ser más cariñoso con la nieta más grande.

- Rodrigo, ¿cuáles son tus siguientes desafíos?

- Mi película, terminé mi película, Un Conejo Suelto en Nueva York. Tengo una obra que se llama Primavera y Otoño, que la escribí hace poco. Y Divorciados 2.0, que eso vamos a tener todo el año, seguramente funcione.

- ¿Y cuándo se estrena?

- Se estrena el 13 de noviembre en el Teatro Mori Vitacura. Y me quedó buena, me quedó graciosa. Además, la estoy dirigiendo y los actores son tan exquisitos. Llegaron con el texto aprendido, súper Mateo. Entonces, muy agradable.

- ¿Qué se ve haciendo Rodrigo Muñoz en los próximos cinco años?

- Actuando, actuando, actuando, actuando en lo que sea, actuando. Mi idea es actuar siempre en teatro, en cine, en televisión, en videoclip ahora con este artista urbano. No, me encanta, me encanta hacer de todo.

Temas relacionados
Publicidad