“Todo partió en un cuarto”: Germaín de la Fuente recuerda cómo nacieron Los Ángeles Negros

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En un nuevo capítulo de El Cuarto de Música, conducido por Cristián “Chico” Pérez, el legendario cantante Germaín de la Fuente abrió el baúl de los recuerdos para relatar cómo nació uno de los grupos más importantes de la balada latinoamericana: Los Ángeles Negros.

Todo comenzó a fines de los años 60 en la ciudad de San Carlos, donde un grupo de jóvenes músicos —entre ellos Mario Gutiérrez, los hermanos Cristian y Federico Blaser, y Sergio Rojas— comenzó a ensayar canciones en inglés con tintes de rock and roll. 

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Germaín de la Fuente y Los Ángeles Negros / Créditos: Instagram @germaindelafuenteoficial
Germaín de la Fuente y Los Ángeles Negros / Créditos: Instagram @germaindelafuenteoficial

Los inicios de la banda de Germaín de la Fuente

Fue justamente Sergio Rojas quien recordó a De la Fuente, con quien había compartido guitarra y boleros, y lo propuso como vocalista. Desde entonces, el grupo comenzó a ensayar en un pequeño cuarto de la casa de Germaín, lugar que terminó siendo la cuna de lo que más tarde sería una leyenda musical.

El nombre Los Ángeles Negros también surgió en ese entorno íntimo, como una idea espontánea de Sergio Rojas, inspirada en el nombre de otro conjunto de la época: Los Diablos Azules. Así, con un nombre ya definido y un estilo que apuntaba al bolero moderno, postularon a un concurso radial en Chillán —organizado por la emisora La Discusión— cuyo premio era grabar un single. Lo ganaron.

La canción que registraron fue “Porque te quiero”, del compositor Orlando Salinas. A pesar de que la distribución inicial fue limitada, el tema se transformó rápidamente en un éxito, abriéndoles la posibilidad de regrabarla con el sello Odeón. 

El ascenso fue tan vertiginoso que en 1970, con apenas unos años de carrera, Germaín de la Fuente ya había comprado su primer auto gracias a una gira por Ecuador y Perú. Irónicamente, según confesó, no sabía manejar.

El cantante también recordó cómo, a pesar de su creciente fama, las radios chilenas en Santiago no querían programar sus temas. Fue en el extrajero que tuvieron mejor recibimiento. “Aquí en Santiago no había ningún disque que quisiera tocar el disco”, comentó. “Por lo mismo que pasa ahora: tocan todo lo que viene del extranjero, menos a los chilenos”, explicó. 

 

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