El poco recordado negocio que unió a Claudia Conserva y Paola Camaggi fuera de la TV

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A mediados de los años noventa, Claudia Conserva y Paola Camaggi compartieron pantalla en distintas producciones de 13, pero pocos recuerdan que también fueron socias en un proyecto muy distinto al de la televisión: abrieron juntas un restaurante. 

Así lo contaron en 1996 durante su paso por el programa “Noche de Ronda”, conducido por Raúl Alcaíno, donde revelaron cómo nació la idea y quiénes más formaban parte del negocio.

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Claudia Conserva y Paola Camaggi en Noche de Ronda, 1996
Claudia Conserva y Paola Camaggi en Noche de Ronda, 1996

De las teleseries a los negocios: el proyecto de Claudia Conserva y Paola Camaggi

En esa conversación, Paola Camaggi explicó que el proyecto surgió de un grupo de amigos que disfrutaban mucho salir a comer. “Somos seis personas que nos unimos porque nos encantaba ir a comer. Te cuento quiénes somos: mi amiga Claudia Conserva y su marido, el Pollo; yo con mi marido; y Alvarito Salas con su señora. Somos los seis los que estamos unidos en este restaurante”, relató la actriz.

El emprendimiento nació más por gusto que por ambición comercial. Según la exmodelo, los seis eran fanáticos de las comidas de distintos países, así que decidieron convertir ese pasatiempo en algo más. “Siempre nos juntamos y lo primero era: ¿a dónde? A comer. Somos buenazos para toda esa cosa de comidas”, contó entre risas.

Claudia Conserva y Paola Camaggi en Noche de Ronda, 1996
Claudia Conserva y Paola Camaggi en Noche de Ronda, 1996

Por su parte, Claudia Conserva complementó la historia explicando que la idea también tuvo un toque práctico. “Íbamos cualquier cantidad de veces a comer a restaurantes todos los fines de semana, hasta que un día dijimos: por Dios, la cantidad de plata que estamos gastando. Entonces pensamos, qué entretenido sería tener nuestro propio restaurante, donde podamos invitar a nuestros amigos, pasarlo bien, comer la comida que más nos gusta y, además, ganar plata”, comentó con humor.

Ambas destacaron que se involucraron directamente en todos los detalles, desde la compra de los platos y manteles hasta la decoración del local. “Tiene un montón de cosas que uno jamás se imagina que tiene que preocuparse”, recordó la esposa del “Pollo” Valdivia.

Aunque el restaurante no tuvo gran permanencia ni trascendencia pública, quedó como una anécdota curiosa dentro de la trayectoria de dos figuras de la televisión chilena. 

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