"Sepulté a un hijo que no es mío": El fuerte relato de los padres tras intercambio de bebés fallecidos en Los Ángeles
Una pesadilla administrativa viven dos familias de Laja y Mulchén luego de que el Complejo Asistencial de Los Ángeles entregara erróneamente los cuerpos de sus bebés.
Dos bebés fallecidos fueron intercambiados y entregados erróneamente a sus familias por el Hospital de Los Ángeles, lo que provocó que una de ellas sepultara a un hijo que no le correspondía.
Fue el Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos Ruiz de Los Ángeles, ubicado en la región del Biobío, que entregó erróneamente los cuerpos a sus familias.
"Daño y dolor": La explicación del hospital
Desde el recinto informaron a través de un escrito que "se produjo un error -excepcional- en el momento de la entrega de un mortinato, situación que causó daño y dolor a las familias involucradas, el que comprendemos y lamentamos profundamente".
A raíz de esta situación, se instruyó un sumario administrativo para esclarecer lo ocurrido, "para determinar responsabilidades y reforzar los protocolos asociados a este tipo de procedimiento, con el objetivo de que una situación de esta naturaleza no vuelva a repetirse".
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El calvario de las familias tras intercambio de bebés
Las víctimas de esta negligencia administrativa son dos familias de las comunas de Laja y Mulchén.
Mientras la primera esperaba la entrega de su hija de ocho meses de gestación (Josefa), la segunda recibió y enterró el cuerpo pensando que se trataba de su hijo de seis meses.
Rolando Henríquez, padre de la bebé de Laja, relató a T13 que su hija nació el viernes a las 10:05 y estuvo con vida solo dos horas. Bajo el protocolo de la Ley Dominga, se les permitió estar con ella en privado hasta las 18:00 horas, momento en que la matrona retiró el cuerpo a la espera del alta de la madre.
Luego de ello, Rolando explicó que quedó "a la espera de retirarla cuando a mi esposa le dieran el alta" y fue en ese instante en que "nos encontramos con la sorpresa de que no era nuestra hija, era el hijo de otra familia. De primera el Hospital no sabía qué hacer, no sabían si era mi hija".
La indignación fue en aumento al ver la desprolijidad: "Hay que tener dos dedos de frente, estaba todo etiquetado, tenía un papel que no se entendía nada, era indignante".
Según cuenta Rolando, la funeraria hizo pasar a su suegra, los llamaron y les pidieron que se calmaran. "Nos dijeron que no sabían dónde estaba mi hija, mi señora empezó a averiguar y a preguntar a quién se la habían entregado", complementó.
La angustia escaló cuando se percataron de que la otra familia ya se había llevado a Josefa: "El sábado entregaron a mi hija a otra familia y el domingo hicieron el funeral; lloraron a mi hija y ellos tampoco han podido llorar a su hijo".
Rolando Henríquez fue enfático en denunciar el trato recibido por el director del hospital, quien describió como "una persona muy petulante, se creen dioses".
"Me dijo que era un caso fortuito y me habló mal. Me dijo: 'da gracias que vine porque yo estaba con un tema familiar'", aseguró.
"Sepulté a un hijo que no es mío"
Por otro lado, Pablo Peña, padre del bebé de Mulchén, describió el impacto emocional de haber enterrado a una bebé ajena. "Estamos totalmente destrozados. De esta situación nos enteramos por la mamá de Josefa (la bebé de Laja), que llamó al teléfono de mi señora", explicó.
Peña detalló que, aunque la urna no estaba sellada, ellos confiaron ciegamente en el certificado de defunción y los datos que la institución ingresó. "Estaba todo escrito: el RUT de la mamá, el de él, la pulsera. Para nosotros es muy difícil", explicó.
Además, denunció que el hospital les ha puesto "trabas" adicionales con trámites burocráticos tras el error.
En esa línea, ambas familias ya confirmaron que, tras concretar el luto, tomarán acciones legales y demandarán a la institución.
