Los invitados de Siempre hay un chileno: Desde un expresidente de la FIFA hasta una fanática de Felipe Camiroaga

Marcelo Kiwi recorrerá 12 países de diferentes continentes en la nueva temporada del programa de viajes.

Este sábado 9 de agosto, después de "Teletrece Central", el 13 y todas sus plataformas estrenarán el séptimo ciclo del exitoso espacio "Siempre hay un chileno", el cual contendrá 12 capítulos con 12 destinos en donde el público podrá seguir conociendo las historias de compatriotas alrededor del mundo.

Marcelo Kiwi, creador, realizador y líder del programa, adelanta que "esta temporada es intensa. Viajamos mucho, conocimos a chilenos en rincones inesperados, y cada lugar nos sorprendió con algo distinto. A veces las cosas salían perfecto, otras veces todo cambiaba a última hora y había que improvisar. Pero eso también tiene su gracia. Lo mejor es que en cada destino encontramos historias que valía la pena contar". 

Y es así como por cada destino de este ciclo, que Marcelo Kiwi adelanta algunas historias o anécdotas.

Los países que recorrerá Marcelo Kiwi en "Siempre hay un chileno"

"Siempre hay un chileno" en Camboya

"Estuvimos en Phnom Penh, la capital. Yo estaba casi sin voz, con un resfrío feroz, y aun así terminé peleando con Jun Khmer, un local que practicaba arte marcial. Y como si eso fuera poco, me hicieron comerme una tarántula disecada, entera. Nunca en mi vida pensé que algo así iba a pasar frente a cámara. Fue un ‘bienvenidos a Camboya’ inolvidable".

"Siempre hay un chileno" en Vietnam

"Planeábamos grabar en Da Nang, una ciudad costera espectacular… pero se inundó justo antes de que llegáramos. Tuvimos que armar toda la producción desde cero, estando allá, y en tiempo récord. Cambiamos el destino, reescribimos la pauta, contactamos nuevos chilenos, todo en terreno. Y lo más increíble es que el plan B terminó siendo mejor que el plan A. Nos fuimos a las montañas de Ha San, recorrimos en moto caminos de película y conocimos a una chilena nómade con una historia de vida que nos voló la cabeza. Una de esas vueltas que sólo te da Vietnam".

"Siempre hay un chileno" en Venecia

“Fuimos en pleno invierno, con la ciudad casi vacía. Venecia sin turistas es otra cosa… más íntima, más mágica. Lo divertido fue que nos topamos con varios chilenos turisteando que estaban completamente perdidos, porque Venecia es literalmente un laberinto. Todos con el GPS en la mano y aún así sin saber dónde estaban".

"Siempre hay un chileno" en Zúrich

“Nos invitó una chilena que trabaja en la FIFA y terminamos en la casa del mismísimo Joseph Blatter. Nos recibió con una sonrisa y hasta nos contó de un amor que dejó en Chile cuando vino para un Mundial juvenil. ¡Todavía la recuerda! Podría ser portada de un diario: Expresidente de la FIFA busca amor chileno perdido".

"Siempre hay un chileno" en República Dominicana

"Nos salimos del clásico turismo de playa y nos fuimos a recorrer la República Dominicana más auténtica, la que los turistas no conocen. Estuvimos en barrios, mercados, plazas, con chilenos que viven insertos en la cultura local. Me obligaron a aprender bachata… al principio sufrí, pero después algo logré mover. Y la pasamos increíble".

"Siempre hay un chileno" en Puerto Rico

"Llegamos con reserva de auto hecha… y nos dijeron que la espera era de 10 horas. Había más de 60 personas reclamando por lo mismo. El truco: hacen que la gente se aburra y se vaya, y luego dicen que no se presentaron, así se quedan con el dinero. Pero después de eso, todo mejoró. Grabamos con una chilena fanática de Felipe Camiroaga que tenía su casa llena de recuerdos suyos: fotos, cojines y hasta toallas de Felipe. Nos preparó mote con huesillo y hablamos de él como si estuviera ahí. También nos sumergimos en el rollo musical de la isla: fuimos a La Placita, un lugar que se transforma en una fiesta callejera increíble, y a La Perla, el barrio donde se grabó ‘Despacito’ y donde nos dejaron grabar con ciertas condiciones. La energía de Puerto Rico es única".

"Siempre hay un chileno" en Panamá

"Grabamos con una chilena que trabaja en un canal de allá, TVN Panamá, y nos mostró cómo se hace televisión en Panamá. Estuvimos en el matinal, conocimos a los animadores, vimos cómo arman los programas. Pero, además, nos tocó una semana intensa: días antes, Trump había declarado que quería ‘revisar’ el control del Canal de Panamá. El ambiente era muy patriótico, todo el mundo hablaba del canal, y justo mientras grabábamos, pasó un barco chileno por ahí. Fue una mezcla entre historia, actualidad y pura coincidencia. Y como si eso fuera poco, era carnaval, así que nos empaparon en plena grabación".

"Siempre hay un chileno" en Río de Janeiro

"Llegamos en marzo y estaba lleno de chilenos. A veces parecía que estábamos en Viña, no en Brasil. Grabamos en favelas, lugares donde hay que entrar con mucho respeto y cuidado, y justo el día que íbamos a grabar en una, nos pidieron parar porque era el cumpleaños del hijo del líder local. Si seguíamos, podía ser peligroso. También me llevaron a los talleres donde preparan los trajes del carnaval. Me hicieron probarme uno, y entendí lo que vive ‘Guru Guru’ cada vez que se pone su traje. Entre plumas, brillo y calor… fue una experiencia inolvidable".

"Siempre hay un chileno" en Corea, principalmente del Sur

"Grabamos en Seúl y Busan, y también visitamos la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, uno de los lugares más tensos del mundo. Lo impresionante fue ver la tensión en el aire, la vigilancia, la historia viva en cada paso. Además, algo simbólico: cambiamos dinero norcoreano por unas pocas monedas surcoreanas. Lo que allá es un salario mensual, en Corea del Sur alcanza apenas para un café".

"Siempre hay un chileno" en Japón

"Nos alejamos de Tokio y fuimos a zonas más profundas, como Okayama y Aizu-Wakamatsu. En Okayama me propusieron hacer un ‘viaje al pasado’. Arrendamos kimonos para todos, carísimos, por cierto, y fuimos a un pueblo que se mantiene como hace 500 años. Grabar ahí fue como estar en una película. En otra ciudad, una participante me quiso poner a prueba con un helado de vainilla… ¡con topping de pescaditos encima! No se lo recomiendo a nadie. Y en Fukushima, recorrimos en auto la zona del desastre nuclear. No se puede abrir la ventana ni detenerse. Casas abandonadas, intactas, como si el tiempo se hubiese detenido. Definitivamente Japón tiene una energía única".

"Siempre hay un chileno" en Montreal

"Nos recibieron con una pichanga entre chilenos que terminó en asado. Fue como estar en casa. Visitamos el ballet de Montreal, uno de los más importantes del mundo, donde conocimos a un chileno que partió cosiendo trajes y ahora trabaja en el corazón del equipo artístico. También conocimos a una chilena que lleva más de 30 años haciendo vestuario para el ballet. Su sueño era volver a Chile a enseñar lo que sabe, incluso gratis, pero nunca la tomaron en cuenta. Una historia tan triste como potente".

"Siempre hay un chileno" en Bruselas

"Nos tocó una ola de calor histórica, con más de 35 grados en una ciudad acostumbrada al frío y la lluvia. Estuvimos en una recreación gigantesca de la Batalla de Waterloo: cientos de personas vestidas como en el siglo XIX, con cañones, caballos, uniformes, todo. Fue como estar dentro de una película. Y grabamos con un grupo de chilenos que tiene una agrupación de cueca, ¡que enseña a bailar cueca a belgas! Y no es broma: los belgas la aman. Verlos zapatear con entusiasmo fue inesperado y muy emotivo".

"Siempre hay un chileno" estrena este sábado 9 de agosto después de "Teletrece Central" por las pantallas del 13 y todas sus plataformas.