El romance entre Rubí y Alejandro parece consolidarse cada vez más desde que se conocieron. Tras pasar la noche con él, le cuenta muy entusiasmada de esta relación a su mejor amigo. Él cree que está enamorada, pero ella se resiste a creer en esa posibilidad.  

Sin embargo el encanto por Alejandro comienza difuminarse cuando, tras una conversación con su amiga Maribel, comienza a sospechar que él no es igual de millonario que Héctor. Es por eso que, para salir de las dudas, le pide que la lleve a su casa para conocerla. Una vez ahí, comprueba que Alejandro vive en un sector de clase media y no alto como ella creía en un principio.

Rubí decide alejarse de Alejandro, ya que él entorpece los planes que ella tiene de vivir una vida de millonaria, es por eso que ahora su nuevo foco vuelve a ser Héctor, aunque él esté comprometido con su amiga Maribel.

Pero Alejandro no pierde las esperanzas. Decide visitar a Rubí para pedirle explicaciones por su desaire, pero esta ya está decidida a olvidarlo. Incluso le confiesa que lo ama, pero que no es lo que está buscando para ella.

La nueva estrategia de Rubí

Rubí no pierde un segundo en su nueva estrategia y decide visitar a Héctor en su oficina con la excusa de hablar sobre Alejandro. Pero claramente sus intenciones son otras, y se las hace notar cuando le preguntar si quiere salir con ella. Finalmente ambos se toman unos tragos en un bar, en el que Rubí no para de coquetearle en ningún momento.

Por otro lado su amigo Loreto conoce a Maribel, quien decide entrenar en su gimnasio. Rápidamente ambos se llevan muy bien, pero Loreto se siente incómodo al saber que Rubí quiere robarle a su novio.

Todo empeora al día siguiente en la vida de Héctor, cuando despierta en la cama con Rubí a su lado. ¿Qué ocurrirá con él? ¿Le contará a Maribel?

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