En este capítulo de Pacto de Sangre, Gabriel sufre las consecuencias de haber perdido a la madre de su pequeña y se niega a seguir adelante sin ella.

Gabriel decide ponerle Daniela a su hija, tal como quería Josefa. Él está completamente destrozado y lo único que hace es hundirse en los recuerdos que guarda junto a Josefa. Su perdida lo afectó de sobremanera y no sabe cómo logrará salir adelante de aquí en más, de hecho, ni siquiera es capaz de acompañar a su pequeña hija.

Como Gabriel no es capaz de acompañar a su pequeña hija recién nacida, Maite se queda vigilando la evolución de Daniela, quien se encarga de transmitirle todo el amor que sentía Josefa por ella.

 

A pesar del doloroso momento por el que atraviesa Trinidad al haber permitido que su mejor amiga muriera en sus brazos, Benjamín de lo único que habla es sobre la historia que contarán para no levantar sospechas. Por esto mismo, Trinidad ya no soporta más la situación y le recalca a su marido que toda esta historia no está nada de bien, cuestionando la actitud de total frialdad e indiferencia que él demuestra frente a esta perdida.

Por otro lado, Raimundo y Benjamín llegan a la clínica donde está internado Marco para anunciarle la terrible noticia. A pesar de que él tiene prohibidas las visitas, esta situación cambia todo el panorama y permiten el ingreso de los amigos al recinto asistencial.

Trinidad va a casa de Gabriel a conversar sobre la muerte de Josefa. A pesar de que Gabriel ruega por la verdad, ella le cuenta como fue el momento de su muerte, pero pasa por alto varios detalles e incluso le miente diciendo que Josefa le dejó un mensaje a Gabriel y que murió pensando en su familia.

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