
Victoria sacó fuerzas mientras agonizaba para contarle a su hija el secreto mejor guardado de Julia Tocornal. Yoli, devastada, aceptó que la muerte de su madre era inminente y la dejó partir en paz. Locatarios, amigos y no tan amigos se reunieron en el cementerio para despedir por última vez a la verdadera “Reina de Franklin”.