Un consejo equivocado: Pangal y Oriana estallan en Ganar o Servir
Después de la fiesta tecno de Ganar o Servir, Pangal Andrade intentó tener una conversación con Fran Maira y de darle su punto de vista. El deportista quizás se propasó, pero el resultado fue que se desató la ira de Oriana Marzoli.
Después de haber sido expulsado y retornado a la fiesta tecno de Ganar o Servir, Pangal Andrade ya había hecho de todo. Había bailado encima del escenario, había bebido alcohol y ahora sentía que estaba listo para dar un gran cierre a la noche.
Su opción fue tener una conversación honesta con su amigo Austin Palao y su pareja, Fran Maira. Después de algunas vueltas, el deportista del Cajón del Maipo le empezó a dar recomendaciones que no fueron del todo bien recibidas.
Además, no contaba con la intervención de Luis Mateucci.
El consejo de Pangal que enfureció a Oriana en Ganar o Servir
La conversación iba bien, pero Andrade se atrevió a meterse en la amistad de Maira con Oriana: “a veces quedas siendo un poco la sombra de Oriana. A veces la idolatras tanto cuando dices sus argumentos y sus argumentos son heavy, y creo que a veces no es bueno premiar esos argumentos” comentó.
Si bien, Pangal pretendía que su comentario fuera bien recibido, Fran se defendió y le respondió “es mi amiga y la voy a apañar hasta morir y yo no soy nadie para decirle a la Oriana lo que tiene que hacer”.
Eso sí, la rubia marcó cierta distancia y agregó que “obviamente hay cosas en las que no me meto porque no me incumben, en las peleas que ella tenga, no me meto”.
El drama comenzó cuando Luis Mateucci, que había escuchado todo desde la puerta, se acercó a Oriana y le contó todo lo que había recolectado. La venezolana de acento español salió como un rayo a encarar a su capitán.
“¿Por qué Fran me tiene que decir cosas?” acusó Oriana indignada. Andrade le respondió tajantemente “porque es tu amiga y los amigos se dicen las cosas”, pero nada podía aplacar el enojo de Marzoli.
Si bien la discrepancia parecía pequeña muy al comienzo, las cosas se salieron de control. Para más remate, cada opinión que empezó a llegar después hizo todo peor.
Por ejemplo cuando el mismo Andrade después encaró dentro de la casa a Mateucci por haber contado lo ocurrido. Oriana así entró en un espiral de rabia hacia su capitán y parece que ya no hay vuelta atrás.
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