Ricardo Fernández se tuvo que acostumbrar a las clases virtuales
Tuvo que olvidar las clases presenciales y aprender a usar Zoom. Así es la vida de Ricardo Fernández, actual profesor de teatro de la Universidad de Talca, que de un día para otro se vio en la obligación de cambiar su método de enseñanza. "Ha sido realmente difícil", aseguró el actor.
Fernández, de paso exitoso por varias telenovelas nacionales, lleva 5 años de su vida dedicado a la enseñanza de las artes teatrales. Eso sí, Ricardo no esperaba dar clases de teatro a través de una pantalla, "ahora uno está sentado frente al computador, tratando de enseñar algo sin la interactividad de antes", explicó en conversación con el diario "Las Últimas Noticias".
El actor dicta el ramo de Comunicación Oral y Escrita II, asignatura obligatoria para alumnos de primer año, que ocupa la metodología del teatro para las herramientas de comunicación. "Son aproximadamente 50 alumnos de diferentes carreras, me han tocado ahora de Teología, Enfermería, Obstetricia y varios más", expresó Fernández.
Las clases del profesor Ricardo Fernández
Su primera incursión en el mundo de las clases virtuales fue en agosto. El actor confesó que se encontraba muy nervioso y que el miedo no era por la cátedra en sí, él tenía miedo de sufrir algún chascarro técnico.
"Uno sabe que hay 50 personas en pantalla, pero tampoco sabes si están realmente o sólo prenden el computador... En el fondo uno tiene que imaginar y ponerse en una situación de que hay 50 personas que te están escuchando atentamente, aunque uno realmente no lo sepa", reveló Fernández.
Todo lo anterior, le da a Ricardo la impresión de que muchas veces está haciendo clases solo, con una sensación muy desesperanzadora, "pero poco a poco los alumnos van participando e incluso algunos van prendiendo más las cámaras, lo que para nosotros es un tremendo triunfo", manifestó.
El actor concluyó hablando de lo difícil de su trabajo en la actualidad "cuando uno cede la palabra y hay un concierto de grillos, está difícil, jajajá. De repente uno pide la palabra o hace una pregunta y nadie responde. Uno lo entiende también. Osea, estás en tu casa con 50 personas conectadas, que no conoces... uno dice que hable el otro nomás".
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