En un nuevo capítulo de El Sultán, Hurrem abandona el palacio y un nuevo testigo pondrá en duda lo ocurrido la noche del asesinato de Ayse.

Hurrem habla con Hatice para tratar de convencerla de su inocencia y pedirle ayuda. La hermana del Sultán le responde que no puede hacer nada y que el tiempo se encargará de exonerarla.

Ibrahim intenta averiguar lo que realmente ocurrió esa noche. Interroga a Victoria, ya que no tenía una buena relación con Ayse. Ella le dice que no sabe nada, pero que Hurrem fue a su habitación, lo que hace sospechar a Ibrahim. El Gran Visir habla con los sirvientes del palacio y cree que Mahidevran podría estar involucrada.

La madre Sultana conversa con Suleimán acerca de la unión entre Ibrahim y Hatice, tratando de convencerlo de su cancelación, sin embargo, el Sultán no cambia de opinión.

Hurrem se encuentra preparando su exilio, le ofrecen llevarse sus joyas, pero ella se niega, ya que lo que único que le interesa son sus hijos. Le informan que solo podrá irse con Mihrimah, debido a Mehmet tendrá que permanecer en el palacio.

Beyhan se reúne con su madre, para pedir piedad por su esposo, Ferhat Pashá, ante las acusaciones de el Sultán. La madre Sultana discute el tema con Suleimán para disuadirlo de su idea de ejecutarlo.

Hurrem abandona el palacio, pero antes de hacerlo es llamada por Nurhan, quien anuncia que se irá con ella, acto que conmueve a Hurrem.

Rosa, una de las concubinas del Harén, afirma haber visto lo que ocurrió con Ayse la noche que murió. Asegura que si bien no vio el rostro de la asesina, si sabe que Hurrem no es culpable.

Es la primera reunión de gabinete de Ibrahim como Gran Visir y debe decidir el destino de Ferhat. Anuncia que será degradado a gobernador, lo que hace que el resto cuestione su decisión.

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