En De Tú a Tú el exatleta y diputado de Evópoli, Sebastián Keitel, recordó la dolorosa pérdida de su hermano Luis quien padecía de una enfermedad llamada esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

En una íntima y profunda conversación Sebastián Keitel recordó a su fallecido hermano Luis Keitel, quien falleció a los 50 años tras una larga batalla contra la extraña enfermedad llamada esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

De partida, Sebastián comienza recordando que cuando su padre falleció él tenía solo ocho años, por lo que su hermano Luis pasó de ser su hermano mayor para cumplir prácticamente el rol de padre.

Todo cambió cuando a los 33 años a Luis le diagnosticaron la enfermedad. En un inicio le habían dicho que solo tenía dos años de vida, sin embargo, el hermano de Keitel dio la pelea.

El avance de la enfermedad

Sebastián recordó que junto a su hermano vivieron situaciones realmente complejas a medida que la enfermedad iba avanzando. En una oportunidad casi atropella a su madre saliendo de la casa en auto, fue la última vez que se subió a un auto.

En un momento Luis no pudo seguir hablando. De hecho, cuando perdió la voz estuvo hablando 10 años con voz de mujer, ya que el computador estaba programado con una voz femenina.

“Yo tengo más memoria de la voz de Luis con un computador a través de una mujer que de su propia voz”, confesó Sebastián Keitel, quien fue sorprendido por Martín al momento de volver a escuchar la voz de su hermano después de muchos años.

Sebastián Keitel reveló cómo fue perder a su hermano

Junto a Martín, Sebastián recordó el doloroso día que le tocó ver partir a su hermano, quien estuvo casi 17 años batallando contra la enfermedad, es decir, un tercio de su vida.

El día que falleció Luis, Sebastián estaba trabajando en una sesión de la Cámara. Al respecto, recordó que al tercer llamado telefónico de su madre contestó y le contó que su hermano se estaba muriendo. Colgó y partió inmediatamente donde se encontraba.

“Lo agarré de la nuca atrás, le levanté la cabeza, todos rodeando su cama, sus tres hijos, su señora, mi mamá, el Pupi, yo y mi señora. Y yo hablándole al oído y lo único que le decía era: ‘ya Luchito descansa, está el papá esperándote, el tata, descansa’, y el seguía luchando y seguía luchando y no miraba con los ojos como desesperado. Hasta que de repente se murió así, en mis manos”, contó Keitel.

 

 

Después de esto, Sebastián contó que extrañamente no lloró y que desde ese día comenzó su rol protector. “Si yo fallaba, si yo lloraba, si él me veía llorando a mí, yo le iba a fallar a mi mamá, a sus tres hijos, a su señora. Y yo no lloré prácticamente hasta el día siguiente”, confesó.

“Todos los hijos de él, mis hijos, todos los hijos de los amigos, conocieron a Luchito en cama. Pero yo me trato de quedar no con la muerte de Luis, me trato de quedar con la vida de Luis”, fue parte de la reflexión del exatleta.

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