En Bienvenidos estuvimos junto a la Oficial General (R) de la PDI, Cristina Rojo, para conversar sobre la investigación que se ha llevado a cabo para encontrar a Tomás, el niño de tres años que desapareció hace ya seis días en la comuna de Arauco, en Región del Biobío.

En primer lugar, Ángeles Araya le consultó a Cristina Rojo si era viable que Tomás hubiese caminado por por el terreno colindante, y que estuviese “resguardado por condición natural”.

Al respecto, la oficial en retiro señaló que “en realidad los niños que son criados en el campo, son bastante aguerridos y muy valientes. Yo vi unos videos de niñitos que les gustaba jugar en el charco, en el agua”, comentó Rojo en un principio.

“Pero es complicado, porque realmente es un bebé, un niñito de tres años y siete meses. A lo mejor él no tiene la condición física para caminar tanto. Y a estas alturas tiene sed, a lo mejor tiene hambre. Podemos pensar muchas cosas. Es bastante complicado decir que un bebé tan chiquitito caminó tantos kilómetros”, sostuvo la oficial en retiro.

Errores en la investigación para encontrar a Tomás

Posteriormente, Cristina Rojo se refirió a los errores que ella ha notado en la investigación en torno a la búsqueda de Tomás, no sólo de parte de la instituciones que están llevando a cabo el procedimiento, sino que también de la gente que ha intentado ayudar.

“Creo que hay varios errores. Hay que decirles a todos nuestros televidentes, que apenas se pierde una persona, sea niño o adulto, deben de inmediato concurrir a la policía de investigaciones. El detective está facultado y sabe que apenas tenga conocimiento de este tipo de personas perdidas, de inmediato salen previa autorización de la fiscalía”, aseguró Rojo. Luego añadió que era un mito que se deban esperar 48 horas para denunciar la desaparición de una persona.

Después se detuvo en el proceso mismo de la investigación: “A mí me hubiese gustado que hubiera intervenido de inmediato la Brigada de Homicidios, porque cuando hay un sitio del suceso y el punto cero, de inmediato se acordona, para evitar que no borren evidencias”, sostuvo la profesional.

En esa misma línea, cuestionó la ayuda externa en este caso: “Lamentablemente por lo que yo he escuchado, han pasado más de mil personas, y a lo mejor borraron alguna huella de neumático, algún rastro de alguna pisada, un montón de indicios que servirían para la investigación”, afirmó., para después señalar que, de todos modos, comprendía la desesperación de la gente: “Yo sé que los vecinos cooperaron, lo hicieron de corazón”.

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