Review: Yu-Gi-Oh! Legacy of the Duelist Link Evolution

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¿Aún sigues juegos de colección y estrategias? ¡Entonces que comience el duelo!

Solamente con abrir el juego y navegar por el menú nos damos cuenta de que Legacy of the Duelist fue creado con la intención de ser el juego definitivo de cartas YuGi. Una colección de 10 mil cartas que recorre las 6 temporadas de la serie original, y en el que podremos revivir las campañas con los duelos más épicos de la saga. Yugi vs Kaiba, Kaiba vs Pegasus, Jaden vs Jesse o los infernales duelos en contra del demonio Yubel son algunos de los enfrentamientos de leyenda que nos trae este juego. 

Destacamos que no ahondamos más allá en la historia de las otras sagas principalmente porque no las vimos en su momento, y al cambiar el sistema de los duelos los vinimos a conocer recién con Link Evolution.

Mediante vamos ganando duelos en el modo campaña vamos obteniendo cartas y personajes a los que ir coleccionando para obtener el 100% del juego, además de monedas las cuales podemos canjear en la tienda por sobres que lamentablemente no siguen el orden de ediciones especiales (si compramos un sobre de Chazz Princeton solo podremos obtener cartas de su Deck, y así), por lo que pierde algo de sentido el haber pasado toda nuestra infancia buscando una y otra vez a Rah u Obelisco en los sobres de edición Dioses Egipcios. Punto para Salo por haber sabido vender las ediciones, aunque nunca encontramos esas cartas.

En cuanto a la intensidad de los duelos, son rápidos y eficientes en tiempo y calidad, con animaciones incluidas para los monstruos más especiales y emblemáticos de la serie. Algo que se torna muy molesto es el activar el efecto de las cartas trampa, preguntandote la IA hasta dos veces por turno de manera insistente si deseas utilizarla. Finalmente preferimos utilizar la gran estrategia de Joey Wheeler con un Deck plagado de monstruos y casi sin efectos; los más tradicionales dirán que somos novatos, pero al menos pudimos terminar el juego.

El juego se configura automáticamente con una dificultad para todos los modos, en una clásica escala fácil, normal o difícil. Si quieres aumentar aún más el desafío que representa Yu-Gi-Oh! te recomendamos utilizar el Deck histórico correspondiente al personaje de turno en la historia principal, ya que como mencionamos anteriormente, los Decks creados por los jugadores están mucho más fuertes que los originales, excepto el de Yugi, quién creemos que rompe el juego.
 


Por último tenemos dos modos de juego extra además de lo que hemos revisado; el clásico multijugador, el cual se vuelve más complejo de la cuenta cuando enfrentas ediciones cruzadas (como Zexal vs Original o Vrains vs GX). Y un modo arcade en el que partimos con un Deck al azar, y hay que ganar 15 duelos.

Algo que deja muchísimo que desear es el apartado artístico: el juego es básicamente una interfaz lisa y aburrida, con animaciones muy bien logradas de cara a las invocaciones importantes, pero muy repetitiva después de jugarlo un rato. La música es buena, pero nada destacable ni que enmarcar. Y ahí es cuando vendrán a decirnos ¡Pero es un juego de Yu-Gi-Oh! ¿Qué más esperan? Algo que no fuera Duel Links con un modo historia. 

En líneas generales estamos ante un título capaz de devolvernos a la época dorada de los videojuegos de Yu-Gi-Oh!, pero que sigue presentando problemas que vienen desde su fase de desarrollo y no son corregibles con parches como lo es la falta de narrativa de la historia y mecánicas algo más interesantes. Sin embargo, entre sumas y restas, con el nuevo relanzamiento podríamos estar ante una edición definitiva para el famoso Trading Card llamado Yu-Gi-Oh!