Microsoft Flight Simulator 2020: Volar nunca fue tan real

Vamos a comenzar este review señalando que Microsoft Flight Simulator 2020 es el mejor simulador que podemos encontrar en la actualidad. Una conclusión anticipada en este análisis pero que es bueno señalar luego de experimentar su complejidad, nivel de detalles y un mundo gráfico alucinante. Todos estos ingredientes, nos entregan uno de los mejores juegos del año.

 

Partir jugando Flight Simulator es un proceso que apelará a nuestra paciencia y a las ganas que tengamos de vivir esta experiencia. Esto no es Ace Combat ni Star Wars Squadrons, todo sucede de una manera mucho más lenta pero no menos intensa. La responsabilidad de tomar un avión no es la misma que sentimos al manejar un Ferrari o un Formula 1 en simuladores del tipo iRacing o Gran Turismo. Desde ahí, todo es diferente.

 

El estudio francés, Asobo Studio (A Plague Tale), fue el encargado de regresar a la vida a este clásico título, donde la apuesta fue alta a nivel de detalles, asumiendo que un simulador de aviones no podía quedarse solo en la experiencia de volar y manejar los diferentes modelos que ofrece el juego, sino que también tenía que ser una experiencia gráfica que estuviera al mismo nivel. Ahí es donde comienza a marcar la diferencia MFS.

 

Desde un comienzo vivimos la experiencia acompañados de una música que te llama a volar, el menú no posee grandes complejidades hasta que nos metemos en la personalización o configuración del juego, donde podremos ajustar una gran cantidad de detalles, desde la ayuda que recibimos a la hora de manejar nuestro avión hasta el nivel de carga gráfica que tendremos.

 

Por momentos, tan cosa puede ser abrumador, pero es mejor que nos acostumbremos porque cuando juguemos, los detalles no van a bajar en su intensidad.

 

Realizar cada una de las pruebas que forman parte del tutorial es muy importante para adquirir las nociones básicas del juego. Lanzarse a manejar un avión sin pasar por un breve “curso” es comentar errores en todo momento. Por lo menos, lo básico de un avión pequeño, lo tenemos que vivir y no se hace tedioso. En este sentido, las ganas que tengamos de vivir los detalles de Flight Simulator, pasan a ser algo relevante para definir qué tipo de jugador va a disfrutar más de este juego.

 

El modo de juego abierto, donde podemos viajar por todo el mundo, es el máximo desafío que nos puede entregar este videojuego. El mundo entero está a nuestra disposición, podremos recorrer lo que se nos ocurra, hacer vuelos cortos y otros de varias horas, hacer vuelos a miles de pies de altura o sobrevolar una ciudad a pocos metros del suelo. La libertad para elegir la aventura que queremos vivir es otro de los grandes detalles que hacen de Flight Simulator, un juego insuperable.

 

Fue inevitable realizar un primer vuelo sobre territorio nacional, ir desde el aeródromo de Pichilemu al Aeropuerto Internacional de Santiago, llegar a la capital de Chile con ganas de salir del recorrido y comenzar a inspeccionar los detalles del mapa. Esa sensación de sobrevolar libremente tus lugares favoritos del mundo, es insuperable.

 

Volar de manera libre se va a sentir diferente del entrenamiento, de hecho, hay muchos detalles que cambian en vista del avión que tomemos, ya que el de práctica es el más sencillo, un Cessna 172. El panel del control del avión cambia, se pueden sumar pantallas y una gran cantidad de botones y perillas que parecen ser interminables, pero que no deberían ser una preocupación en el comienzo, donde tenemos que preocuparnos de despegar bien, mantener un vuelo estable sin sobrecalentar el motor y tener una aterrizaje tranquilo.

 

Además de los aspectos básicos, hay otros temas importantes como seguir las interacciones de la torre de control, mantener el combustible, seguir la ruta pactada, estar atento al tráfico aéreo y por supuesto, el clima y la hora del día en el que viajamos.

 

En nuestro caso, usamos mando y teclado para manejar nuestro avión, la combinación es una buena alternativa ante tantas opciones, y pese a que con la cámara en primera persona se puede ver el panel completo del avión y usar el mouse para presionar y chequear todo, sigue siendo más cómodo para comenzar no llenarse de tanta información.

 

Lo que MFS nos entrega a nivel gráfico es maravilloso y muchas veces “abandonaremos” el avión para ver nuestro viaje desde otra perspectiva, cambiando cámaras, activando el don y revisando cada detalle de los lugares que visitamos. En ese sentido es muy fácil desviarse del camino y perderse de lo que tenemos que realizar en momentos claves de cada viaje, aunque nada que no se pueda recuperar en pocos segundos.

 

El apartado gráfico no va a depender solo de la capacidad que tengamos en nuestro computador para hacer correr cada detalle, también será influido de la configuración de datos que elegimos, donde podremos descargar en tiempo real la información del satélite que modelará las ciudades a la perfección, por lo que tener una buena conexión al momento de jugar, siempre ayudará.

 

El tiempo real es algo que podremos ver en las condiciones climáticas y horas del día, donde se reflejará lo que está pasando en cada una de las ciudades, en la realidad. De todas formas, todos estos aspectos se pueden modificar, por ejemplo, viajes de día en un principio para acostumbrarse e ir aprendiendo es una buena opción, pero ver las ciudades de noche también será otro tipo de experiencia.

 

Por último, lo que tiene que ver con el sonido del juego es otro punto a considerar. En nuestro caso lo jugamos con audífonos con cancelación de ruido y la experiencia que se da es espectacular, donde los sonidos del avión y todo lo que te rodea pasan a darle una ambientación única a cualquier viaje que se haga.

 

Microsoft Flight Simulator 2020 es un título que hay que jugar. Si bien, los requerimientos técnicos no son menores para que el juego vaya bien en cualquier PC, si tienen la opción de jugarlo, será una muy buena experiencia. Sobre el futuro del juego, es probable que exista una versión para consolas de nueva generación (Xbox Series X/S + Game Pass), por lo que en el corto plazo podríamos tener la posibilidad de volar por el mundo a través de nuestro televisor.