¿Los juegos deberían tener niveles de dificultad?

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Estamos ad portas del estreno de la PS5 en todo el mundo, y uno de sus juegos de lanzamiento como lo es el remake de Demon 's Souls trae de vuelta una de las grandes discusiones de los videojuegos ¿Deben tener niveles de dificultad?

Lo cierto es que es posible hacer juegos trascendentes, no tenemos que remontarnos demasiado lejos como para ver que The Legend of Zelda: Breath of the Wild o la saga Grand Theft Auto son juegos en los que no puedes modificar el nivel, pero aún así han sido reconocidos con premios como el GOTY.

También tenemos exponentes sobresalientes que han llevado la variedad de modos de dificultad al máximo, como lo son The Last of Us o God of War.

Demon 's Souls abre el debate

Hay títulos en los que puede no ser útil la dificultad estándar pese al formato RPG, mundos abiertos como Skyrim o The Witcher podrían volverse juegos tremendamente densos con el estilo de perder para prácticar.

Pero por otro lado existen los Souls Like, un género inventado por los mismos desarrolladores del medio que, destacan por ser lineales y de aprendizaje; el juego presenta mecánicas a las que debemos sobreponernos en nuestros intentos, hasta lograr comprender la forma de vencer a nuestros enemigos. En general el modelo es muy similar al de plataformas e incluso han habido fusiones entre ambos géneros.

El remake de Demon 's Souls no solo plantea el regreso de uno de los creadores del formato; Bluepoint ha optado por mantener la esencia y no incluir niveles de dificultad, lo que ha generado cierta polémica entre los fans extrañando un “modo fácil”. Los juegos de FromSoftware son recordados por lo desafiantes y duros que son, aquí no puedes entrar a las salas “a lo loco”, pues lo más probable es que salgas muerto. 

Un ejemplo algo más palpable sería quitarle la dificultad a juegos como Bloodborne, NIOH o Hollow Knight, olvidando la idea original de sus creadores.

Hace falta fallar una y otra vez para entender las estrategias del juego, proponiendo un serio reto para los jugadores (porque los videojuegos si pueden ser serios) al tener que sobreponerse a la frustración.

No debería importar no realmente la dificultad de un juego siempre y cuando propongan un verdadero desafío, como es el caso de los que hemos comentado anteriormente. Sin ir más lejos y pese a los memes que generó en su momento, un juego tremendamente complicado como lo es Sekiro: Shadow Die Twice fue el último ganador del Juego del Año.

Para Gavin Moore, director creativo del Remake de Demon 's Souls este tema ni siquiera está en discusión  "Es muy importante que nos aseguremos de ser fieles a la visión del creador original", por lo que veremos el juego lo más fiel posible a su predecesor.