Inmortal Fenyx Rising - Review - DLC A New God

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Hace algunos meses te presentamos la review de Immortals Fenyx Rising, un juego de acción y aventura de mundo abierto desarrollado por Ubisoft Quebec, tomando como inspiración el estilo de juego que plantea The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Pese a compartir una difícil ventana de lanzamiento, con juegos como Assassin’ s Creed: Valhalla, Cyberpunk 2077 o Watch Dogs Legion, Fenyx se ha ganado su puesto como una de las grandes sorpresas del año pasado. Es un juego que definitivamente debes probar, ¡no esperes que te lo cuenten!

Inmortal Fenyx Rising - Review - DLC A New God

Hoy repasaremos el primer DLC; “A new God”, que continúa la historia principal en una especie de postgame. Un buen detalle para comenzar es recalcar que no es necesario haber terminado la campaña para jugar el DLC, aunque evidentemente enriquece la experiencia, además de hacer más sencillo gracias a las habilidades que vamos consiguiendo de los Dioses.

(Spoilers) Recapitulando: Fenyx logró rescatar a los cuatro dioses, derrotamos a Tifón y salvamos este mundo de la mitología griega. Cómo favor nos fue concedido el estatus de Dios por parte de Zeus, pero esto no nos eleva inmediatamente al Olimpo. Para esto debemos completar aún más pruebas y de aquí nace el nombre del DLC “Un nuevo Dios”.

Entramos al Olimpo, y tras un par de chistes de parte de los Dioses, Hermes nos explica que debemos demostrar ser dignos. Olimpo es una nueva zona mundo abierto del juego, aunque considerablemente más pequeña que el juego principal. Menos enfocada a la exploración y el combate. Se entiende la necesidad de refrescar lo que fue el juego original, pero gran parte de la gracia del juego era su exploración; el mapa se siente vivo, está lleno de cosas por hacer y la exploración nos hace descansar un poco de la historia, sentí que el juego pierde mucho renunciando a una parte de la exploración.

Otro detalle que no podemos dejar pasar es el tema del humor; en la review anterior destacamos este aspecto de Fenyx, pero este DLC está bastante peldaños por debajo del juego base tanto en exploración como en el humor.

Un buen guiño es la zona donde pedimos las Quest de las Pruebas del Olimpo; en el Panteón encontramos los asientos de los dioses en esta especie de sala de reuniones, y aquí hay cuatro áreas dedicadas a los mismos dioses que salvamos anteriormente: Ares, Afrodita, Atenea y Hephestos.

Todos ellos están repartidos por la nueva zona, por lo que veremos muchas menos disputas e interacciones entre ellos dentro del Salón de los Dioses. Lo mismo ocurre con los narradores Zeus y Prometeo; en ocasiones se siente algo solo y vacío. 

Las pruebas que nos dan los dioses se sienten muy familiares en relación a las pruebas de Tifón en el juego principal, aunque evidentemente son nuevos desafíos y bastantes modificaciones. La electricidad y el magnetismo tomarán más protagonismo a la hora de solucionar los acertijos, además tendrás que usar todo lo aprendido hasta ahora para alejarte de los mortales, después de todo pasaremos a ser un Dios.

Algo que me gustó mucho de los nuevos desafíos y mazmorras son la variedad de ensayos e intentos que te permiten hacer; las dungeon hasta aquí habían sido bastante repetitivas (ojo, no aburridas), mientras que en nuestro camino a convertirnos en dioses podemos jugar con la creatividad que nos ofrecen las herramientas que hemos conseguido.

Ahora, si bien destacamos la creatividad y libertad que nos ofrecen, sigue siendo un punto en contra la falta de exploración y de combate, que toman un papel totalmente secundario en el DLC. El área principal no cuenta con enemigos que, si bien es entendible ya que el Olimpo es un lugar seguro para los Dioses, pudo haber ofrecido algunas mazmorras y/o pruebas épicas, aunque no sería de extrañar otro DLC más enfocado al combate a futuro.

Las pruebas que si tienen combate están bastante bien, pero no representan un gran desafío, debemos derrotar a enemigos con mecánicas específicas, como esquivar golpes y devolver proyectiles, algo que nivela hacia abajo las habilidades de combate que hemos conseguido con Fenyx.

Las comparaciones son bastante odiosas, pero se sienten como una versión empeorada de los santuarios en Breath of the Wild o las mazmorras en Genshin Impact, falta pulir este aspecto, ya que en todo el DLC no fallamos una misión en un estilo de juego donde fallar y aprender para volver a intentarlo es la mecánica principal.

En cuanto a duración está bien; son unas 10 a 12 horas extra de contenido, algo que rara vez sucede con el contenido extra, pero es muy poco lo destacable. Se siente como que quisieron potenciar el aspecto más débil del juego, que por ese lado es entendible, pero definitivamente no era el camino a seguir.

Teníamos grandes expectativas con el DLC de Inmortal Fenyx Rising, “A new God”, pero sentimos que faltó arriesgar. Lo mismo que hizo al juego base tan bueno pareciera haber sido dejado de lado para algo que cumple, pero se siente demasiado en zona de confort. Los desafíos pondrán a prueba tu paciencia y habilidad. Esperemos que solo haya sido un paso en falso y en futuros DLC ofrezcan algo más cercano a lo sorpresivo que fue jugar Fenyx por primera vez. El juego base es un 8/10, pero el DLC se queda en un 6/10.