Familia, amistad y rivalidad, la historia de Nicolás Rubilar, el chileno que triunfa en Gran Turismo.

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Nicolás Rubilar tiene 21 años y es jugador profesional de Gran Turismo. Este año se coronó campeón de la Nations Cup en el Paris World Tour y a su corta edad, ya ha viajado varias veces por el mundo compitiendo y asombrando con su habilidad.

El automovilismo ha sabido acompañar a Nicolás durante toda su vida. Desde pequeño, visitaba junto a su familia el autódromo de la Villa Olímpica de Quilpué próximo a su casa cada fin de semana, tradición que marcó una pasión que definiría su futuro. Pronto, descubrió el juego Gran Turismo junto a su hermano Diego con el que “compartíamos tardes completas jugando entre nosotros”, recuerda el jugador. Los títulos de Gran Turismo pasaban y junto a su hermano, disfrutaban las distintas ediciones hasta Gran Turismo 5, el cual sumó modo en línea, donde podías enfrentarte a otros jugadores de cualquier parte del mundo.

“De aburrido, me metí a las salas donde podías jugar en línea y me encontré con un chileno que iba muy rápido, su nombre es Fabian Portilla, y en esa primera carrera me destruyó. Yo dije ‘no puedo dejar que esto quede así, tengo que hacer algo’”.

Ese momento marcó un antes y un después en la carrera competitiva de Nicolás. Este misterioso chileno despertó la llama competitiva en él, y no descansaría hasta superarlo y ser el más rápido. Para el año 2013, ya había creado una rivalidad con Fabián.

“Lo único que me motivó a participar en torneos serios es ver que Fabián también participaba de ellos, mi meta fue tratar de ser más rápido que él, alcanzar todo lo que estaba alcanzando. Así, me dediqué a practicar muchísimo todos los días, hasta que poco a poco comencé a acercarme a lo que él hacía”.

Esta competencia entre chilenos, pronto alcanzó niveles profesionales. El año 2015, Portilla participó en un torneo por equipos a nivel mundial y siguiendo sus pasos, Nicolás se inscribió para la versión de 2016. Su determinación por alcanzar a Fabián fue tanta, que según el jugador “sin darme cuenta yo estaba al mismo nivel que mis rivales a nivel mundial y empecé a ganar carreras. Ese primer torneo internacional al que me inscribí, lo gané”.

El trofeo, junto a la satisfacción de vencer a Fabián, fue un volante profesional casi imposible de conseguir en el país y de un valor bastante elevado. Era su oportunidad para dar el salto al profesionalismo. Emocionado, de vuelta a su hogar corrió a probar su nuevo volante y, sin darse cuenta, la diferencia de voltaje hizo que el premio de su primer torneo quedara inutilizado. Por suerte, su hermano Diego logró convencer a sus padres de conseguir otro volante, ayudando a Nicolás a seguir en carrera.

Su camino a este Nations Cup fue largo y lleno de etapas. La primera oportunidad fue en Las Vegas, donde fue invitado junto a Fabian de participar en una serie de rondas que comenzaron en mayo y terminaron en septiembre, su tercer lugar a nivel americano le dio la chance de viajar a los torneos presenciales. En ese torneo, consiguió pasar a la fase a realizarse en Mónaco, donde junto a Fabián consiguieron un puesto en la Final Mundial a fines del año 2018. Un accidente en la carrera hizo que, entre 30 participantes, Nicolás obtuviera el lugar 16.

Este año, la Nation Cup del Paris World Cup tuvo a los 24 mejores de ese mundial como invitados, Nicolás y Fabián viajaron al torneo.

“En ese torneo por fin pude hacer una carrera correcta y gané el torneo de muestra en París, además de un pase directo a la final mundial a realizarse en noviembre”.

La pregunta surge natural: ¿Y Fabián? Portilla fue eliminado de los primeros en el torneo, pero las oportunidades de clasificar al mundial todavía son muchas y tanto Fabián como el hermano de Nicolás, Diego, tienen grandes posibilidades de también clasificar al Gran Mundial de este año. De ser así, Nicolás competiría contra su eterno rival y su hermano, en la elite mundial de Gran Turismo.

El futuro se ve prometedor y brillante para Nicolás, quien, siempre acompañado de su amigo y rival Fabián, ha sabido dejar el nombre de Chile en alto en los esports de Gran Turismo alrededor del mundo.