Esports para todas: Entrevista a Marcela "Aayla" Salazar

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Marcela “Aayla” Salazar lleva un año en los esports. En un mundo mayoritariamente masculino, ha demostrado su capacidad y talento como analista en distintos equipos de League of Legends de la región, incluyendo a Rebirth Esports durante su paso por la CLS. Pero para Marcela, ser analista no era su meta, sino el recién comienzo de un camino mucho más importante. 

Para ella, ser respetada en una escena profesional donde las mujeres son minoría, ha sido trabajo difícil y, según ella “no tan diferente a la realidad que se vive en otros trabajos más convencionales. Lamentablemente existe una diferencia en la valorización del trabajo que realiza una mujer en comparación a la de un hombre. Cuesta más recibir buenas oportunidades de trabajo donde el ambiente sea agradable y que sus integrantes tengan la capacidad de poder adaptarse a trabajar con una mujer.” Aunque, estos problemas se concentran en mayor medida en las ligas amateurs, “en general mi experiencia ha sido buena pero el comienzo fue difícil porque en las ligas más bajas te encuentras gran parte del tiempo con organizaciones fraudulentas y jugadores egocéntricos y misóginos.” nos comenta. 

Hace unos meses, su camino dio un giro importante, uno de esos giros planeados, necesarios, de esos que te llevan a la meta. Marcela, junto a otras mujeres amantes de los esports, crearon Edelweiss Esports. Consolidada como una casa deportiva femenina, el objetivo es claro y nacen como una respuesta a problemas que han existido en silencio hace un tiempo; “conocí un montón de chicas que han tenido experiencias muy malas al momento de intentar ser jugadoras profesionales donde las oportunidades que han tenido no han sido ofrecidas con buenas intenciones, que han sido acosadas, inclusive han tenido que hacerse pasar por hombres para poder competir tranquilas, y muchas otras situaciones que como mujer me afectó y me hizo reflexionar sobre mi objetivo inicial. El poder demostrar que somos capaces de trabajar profesionalmente en CLS pudo haber motivado a muchas chicas, pero las injusticias y falta de oportunidades hacia las chicas continuarían como protagonistas, por eso mi enfoque actualmente es crear una base o espacio donde las chicas estén cómodas al momento de competir, que realmente sientan que son parte de un proyecto serio donde el objetivo es formar jugadoras profesionales entregándoles la mayor cantidad de herramientas que necesitan”. 

Las malas experiencias de equipos femeninos en la región y de afuera, como Vaevictis denunciando malas condiciones en su gaming house, han sido y serán un desafío al plantear proyectos así. Aunque en un principio muchos se cuestionarían el hecho de ser un equipo completamente de mujeres, Marcela nos deja claro el por qué: “El mayor beneficio que tenemos es la sororidad. Creo que tener un equipo de trabajo mixto es lo óptimo porque la idea es complementarse mutuamente entre hombres y mujeres, de hecho parte de nuestro staff son hombres y para mí son un aporte importantísimo en el equipo, pero debido a la situación actual de la escena prefiero enfocarme en tener solo jugadoras femeninas para que logren así una mayor cohesión y comodidad entre ellas”. 

El propósito de Edelweiss es claro: Crear instancias seguras y saludables para potenciar, entrenar e inspirar jugadoras de alto nivel a cumplir su sueño de ser profesional. ¿El primer paso? Circuitos Nacionales. Luego, la creación de academias que potencien el talento emergente de la región y potenciar jugadoras que, entre las sombras, no se han animado a dar el siguiente paso. Pero League of Legends no es el techo “esperamos incorporar equipos de otras competiciones como CS:GO donde ya cuentan con liga femenina” nos agrega Marcela, quien da paso firme no solo avanzando a su meta, sino que abriendo el camino para que otras mujeres puedan transitarlo. 

La escena de los esports ha sido forjada por personas que, como Marcela, decidieron arriesgarse y trabajar en terrenos inexplorados, siendo lumbreras e inspiración para las próximas generaciones. La escena profesional de mujeres todavía es parte de esa tierra salvaje donde nadie se ha atrevido a pisar con fuerza. Para muchos y muchas, eso es un obstáculo, para Marcela, es la oportunidad de crear un camino que guíe a muchas soñar en grande y demostrar de lo que son capaces.