Assassin’s Creed: Valhalla - Review - Una fórmula que funciona

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Este accidentado 2020 está finalizando con una gran oferta de nuevos títulos, donde Ubisoft se ha jugado sus cartas con 3 apuestas de mundo abierto como son Watch Dogs Legion, Immortals Fenix Rising y Assassin’s Creed: Valhalla, este último, el lanzamiento más ambicioso.

Assassin’s Creed: Valhalla, en la piel de los Vikingos

Odyssey marcó el camino y Valhalla llega a consolidar el trabajo realizado en los últimos años, en una saga que busca reinventarse para seguir siendo atractiva y que apuesta por el salto generacional para mostrarse en una posición de avanzada al ser uno de los grandes lanzamientos que llegan junto a las consolas de nueva generación.

Esta nueva historia de Assassin’s Creed nos lleva a explorar el mundo Vikingo, con la opción de elegir a nuestro personaje (masculino o femenino) y convertirlo en uno de los más grandes guerreros de la época, transitando desde Noruega a Inglaterra donde el argumento principal tiene que ver con el abandono de la zona escandinava para buscar nuevos rumbos y hacer crecer nuestro propio asentamiento, ya sea por la fuerza de los saqueos como por la política y las alianzas.

Un RPG de mundo abierto, partiendo en Noruega y una serie de viajes por diferentes territorios para resolver la primera parte de la historia antes de comenzar la aventura definitiva a Inglaterra. En esta primera parte, se entrelazan la historia principal con una serie de objetivos secundarias que no alcanzan el nivel de tedio que pueden tener otros juegos, donde resolver estos desafíos termina por extender las horas de juego de forma innecesaria.

En Assassin’s Creed: Valhalla, podrás ir en busca de tu objetivo principal y desviarte un poco del camino para resolver una de estas historias en pocos minutos, las cuales pueden ir desde incendiar una casa para “avivar el fuego” de una pareja hasta ayudarle a una persona a lanzar cajas por un acantilado. 

La historia en si no tiene una profundidad abismante, se mueve por caminos bastante lógicos salvo algunas cosas que ocurren cuando la aventura va bien avanzada, en un juego que puede llegar fácil a las 60 horas o más.

Otro punto a destacar es que si bien, la trama central tiene que ver con la vida Vikinga y cómo Eivor avanza en su aventura para hacer de Ravensthorpe un mejor lugar, hay historias y misterios por descubrir que hacen un poco más variado el contenido central del juego, donde podremos resolver las historias que el mismo Eivor va teniendo con su hermano, las visiones que se le presentan en algún momento, las nuevas alianzas y todo lo que tiene que ver con a orden de los antiguos.

Enfrentamientos y batallas

Gran parte del atractivo de Assassin’s Creed: Valhalla recae en la exploración del mundo abierto y en los enfrentamientos que tendremos antes los diversos enemigos que aparecen a lo largo del juego. Desde la toma de asentamientos para conseguir algún objetivo hasta saqueos varios donde iremos por la suma de experiencia y recursos para evolucionar nuestra pequeña ciudad. En todos estos escenarios, podremos dar rienda suelta a nuestras habilidades como guerrero vikingo en batallas grupales sangrientas donde Ubisoft no se dejó nada y que en parte son los responsables de las restricciones de edad.

El estilo de combates no aburre durante el juego por la evolución que tendrá nuestro personajes y los nuevos golpes y armas que tendremos. Lamentablemente, si se hace un poco repetitivo que en muchas de las invasiones y saqueos, nos encontremos con perfiles similares de enemigos, apostados en lugares parecidos, salvo algunos que funcionan como “jefes” que son los que realmente marcan diferencias a la hora de enfrentarlos.

Uno de los puntos claves va a ser el nivel de “Poder” que adquiramos durante el desarrollo del juego, con diferentes puntos de habilidad y experiencia que nos van a permitir enfrentar de mejor forma las batallas por zonas donde nos recomiendan un cierto nivel de Poder.

Gráficos y música como complemento perfecto

Visualmente, Valhalla es de esos juegos que te obligan a sacarle fotos todo el tiempo. Ya sea por la ambientación y el detalle de los escenarios, así como también de las condiciones climáticas, todo lo que vemos es hermoso. Esto queda reflejado cuando llegamos a visualizar una zona del mapa subiendo a lo más alto de una montaña para “sincronizar”, con una animación muy bonita que nos muestra el mundo a nuestros pies.

Salvo algunas caras de personajes secundarios, las cuales no cumplen con lo esperado, el resto de los detalles gráficos si están bien logrados, lo cual se potencia de muy buena forma en las consolas de nueva generación y el uso del ray-tracing.

A nivel de sonido y música, lo que nos entrega Ubisoft es un gran complemento para hacer más inmersiva nuestra experiencia, lo que en las batallas funciona muy bien por la cantidad de cosas que están pasando a nuestro alrededor.

Dentro de las pocas cosas que no nos gustaron de esta entrega de Assassin’s Creed, es que nos encontramos con una buena cantidad de bugs o errores en ciertas partes del juego, algunos que incluso nos obligaron a tener que volver a cargar una partida en un punto anterior de la aventura, porque, literalmente, quedamos atrapados dentro de un bug. Salvo estos detalles que a veces pueden convertirse en una molestia, no hay grandes temas negativos a lo largo de la historia.

Comentarios finales

Assassin’s Creed: Valhalla llega a reencantar a los fanáticos de la saga que disfrutaron con las aventuras de Odyssey, lo que también se puede considerar un punto en contra al ser todo un poco “calcado” de esa experiencia.

Por otro lado, el nivel de las batallas, el apartado gráfico y una historia que desarrolla historias secundarias en su justa medida (pese a que en el mapa se vea un poco abrumador) para centrarse en lo principal, nos dejan con un buen sabor a la hora de la evaluación final, con un juego que pese a ser continuista, suma avances y mejoras que de seguro conquistarán a mucha gente.