En el nuevo episodio de Secretos de un reportero, Jorge Said explora el Mercado de Sonora, epicentro del esoterismo en Ciudad de México, y vive un impactante ritual en honor al ángel caído.

Jorge Said comparte sus vivencias con el México mágico en el nuevo episodio de Secretos de un reportero. El periodista y corresponsal de guerra revela registros inéditos de su visita al Mercado de Sonora, en Ciudad de México, donde fue testigo de un impactante ritual en nombre del ángel caído.

Mercado de Sonora: El comercio de artículos esotéricos más grande México

Said nos compartió su experiencia en el Mercado de Sonora, uno de los centros comerciales más tradicionales y exitosos de México. Ubicado al sureste del centro histórico, este mercado es conocido por su variada oferta de productos, que incluye cerámica, decoraciones para fiestas, animales vivos, plantas medicinales y artículos relacionados con la magia y lo oculto.

En este lugar se pueden encontrar hojas de aguacate para sanar las inflamaciones, chirantodendro para la salud del corazón, flores de jacaranda para el estómago y más. Pero, también es posible hallar serpientes secas, porque se venden como medicamento para el cáncer, y los zorrillos secos que supuestamente están destinados a “fortalecer la sangre.”

Además, se encuentran otro tipo de artículos cargados de esoterismo como las cruces de madera de ocote que se usan como amuletos para la buena suerte, las cadenas de ajo pueden protegerse del mal de ojo, productos relacionados al culto de Judas Tadeo, la Santa Muerte, entre otros. 

Jorge Said fue testigo de un ritual de magia negra

En este episodio, el periodista también nos compartió cómo fue su experiencia al ser parte de un ritual de magia negra. Se trata de un culto que algunos chamanes en México le rinden a Lucifer, conocido como el "ángel caído" en la mitología judeo-cristiana.

Jorge Said se internó en un sector oscuro del mercado, rodeado de chamanes y sus acompañantes. Allí observó un círculo con una estrella de cinco puntas —conocida como pentagrama—, y en cada una de sus puntas había una vela encendida. Motivado por la curiosidad, nuestro periodista decidió participar en el ritual para comprender de qué se trataba. 

Con la guía del chamán, pidió que le hicieran una limpieza espiritual. Sin embargo, al realizarse en nombre de Lucifer, el acto parecía más bien invocar poder.

Después de esta experiencia, Jorge Said declaró que habían "ciertas vibraciones que me cuesta expresar" y añadió que quedó con una sensación peculiar: "recordemos que se realiza en la noche, en lugares que son un poco tenebrosos, por lo tanto da cierto miedo. Es un miedo a tener una experiencia negativa en nuestras vidas, que nos queda hasta el día siguiente y que se puede quedar hasta un par de dias", concluyó.